Catalunya, herida abierta en el 12-O

Iolanda Mármol

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La bandera invisible de la crisis catalana ondeaba junto a la de España este jueves en el desfile militar del 12 de Octubre presidido por los reyes. La incertidumbre sobre el desenlace del pulso entre Gobierno y Generalitat marcó el acto más icónico del día de la fiesta nacional en Madrid, que fue arropado por un apoyo multitudinario de ciudadanos en la calle. No se recuerdan tantos balcones en la capital con la insignia española y ni un respaldo tan masivo de la ciudadanía una parada militar que redobló este año su potencial simbólico frente a la pugna independentista.

La ceremonia en el Paseo de la Castellana, frente al estadio Santiago Bernabéu, fue el primer acto en el que coincidían las principales autoridades del Estado en el impasse abierto tras el ultimátum de Mariano Rajoy Carles Puigdemont, el requerimiento en el que le exhorta a aclarar si ha declarado la independencia de Catalunya.

Con el vértigo de lo que pueda ocurrir latiendo en las venas, las miradas escrutaron todo movimiento en la tribuna. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, conversó largo rato con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. La que fuese su rival en las primarias y presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, charló con el expresidente de la gestora socialista, Javier Fernández. En nombre del PSC, la alcaldesa de l’Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, y la diputada Meritxell BatetPablo Iglesias, secretario general de Podemos, no asistió.

Sí estuvo presente la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que habló largo rato con la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, haciendo gala de la estrecha relación de confianza que mantienen.

En una de las tribunas de invitados, alejada de las principales autoridades, la infanta Elena, con una bandera de España colocada a modo de bufanda y acompañada por su hija Victoria Federica.

Hubo vivas al Rey y a la Guardia Civil. También algunos gritos contra el ‘president’ (“Puigdemont, a la prisión”). El momento más emotivo fue el sentido homenaje de Felipe VI a las víctimas de los atentados yihadistas del pasado agosto en Barcelona y Cambrils (Tarragona). 9 embajadores de las nacionalidades de los fallecidos estuvieron presentes en el acto, en el que sonó 'La muerte no es el final'. 

Al terminar la parada militar, Defensa confirmó el accidente de uno de los eurofighter que había participado en el desfile, al estrellarse en las inmediaciones de la base de Los Llanos (Albacete).