La Comisión Europea llama a pasar de la confrontación al diálogo en Catalunya

Margaritis Schinas.

Margaritis Schinas.

SILVIA MARTÍNEZ

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A la Comisión Europea le ha costado reaccionar y salir del ensordecedor mutismo en el que lleva inmersa desde hace semanas pero tras los graves enfrentamientos de este domingo en Catalunya no ha tenido más remedio que salir de su silencio. “Hacemos un llamamiento a todos los actores pertinentes para que avancen muy rápidamente de la confrontación al diálogo”, ha reclamado el portavoz del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en el primer pronunciamiento público tras lo sucedido este domingo.

La respuesta del Ejecutivo comunitario ha sido medida al milímetro, aunque no ha pasado por alto las imágenes de violencia que se vieron el domingo en Catalunya. El portavoz de Juncker ha arrancando su valoración recordando que el voto del domingo no fue legal, que se trata de un asunto interno de España que debe ser abordado bajo el orden constitucional interno y que si Catalunya se independiza se quedará fuera de la Unión Europea. Aún así, ha asegurado que “la violencia no puede ser un instrumento en política” y que confían en el liderazgo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, "para gestionar este proceso difícil en pleno respeto de la Constitución española y los derechos de los ciudadanos consagrados en ella".

El portavoz de Juncker también ha dejado claro que no se plantean la posibilidad de mediar en el conflicto político abierto, tal y como han pedido el Gobern y algunos grupos políticos en la Eurocámara, y se ha limitado a recordar que lo que toca ahora es mantener la unidad. “Más allá de los aspectos puramente legales, la Comisión Europea cree que estos momentos son momentos de estabillidad y de unidad y no de división y fragmentación. Llamamos a todos los relevantes actores a moverse de la confrontación al dialogo”, ha reclamado. Aunque tras la represión policial de este domingo se han multiplicado los llamamientos y la presión política hacia Madrid, fuentes europeas creen improbable que el Ejecutivo comunitario vaya a embarcarse en un papel de mediación al menos mientras Mariano Rajoy no lo pida como parece ser el caso. 

Conversaciones telefónicas

El referéndum ha monopolizado la rueda de prensa de mediodía de la Comisión Europea que ha consagrado casi 50 minutos a hablar de Catalunya con numerosas preguntas de periodistas extranjeros que han interpelado al portavoz comunitario para que Bruselas aclarara si condena o no la represión policial. ¿Condenan la violencia de la policía?, le han preguntado por activa y por pasiva al portavoz comunitario. “No voy a interpretar nuestra declaración”, ha eludido responder Margaritas Schinas que sí ha confirmado el contacto director que han mantenido durante todo el fin de semana los gabinetes de ambos presidentes.

Un contacto que ha culminado a primera hora de este lunes con una conversación telefónica mantenida entre Juncker y Rajoy. "El presidente ha estado en modo escucha y le ha reiterado la posición de la Comisión que hemos explicado", han precisado sus portavoces que no han aclarado si ha habido alguna petición concreta del presidente español. Quien también ha hablado por teléfono con Rajoy ha sido el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, según ha explicado él mismo en un mensaje en su cuenta twiter. Algo más parco y cauto, el polaco ha asegurado que comparte los "argumentos constitucionales" del presidente del gobierno español aunque le ha pedido que evite la escalada (de la tensión) y el uso de la fuerza en el que es su primer pronunciamiento público sobre la situación en Catalunya. 

Las reacciones a lo sucedido en Catalunya se suceden también en otras capitales. En Francia, proceden de los partidos de la izquierda, mientras el Gobierno guarda silencio, informa Eva Cantón.   “El nacionalismo del Gobierno catalán no puede seguir avanzando a marchas forzadas hacia su autodeterminación y el gobierno central del Partido Popular no puede persistir de manera duradera en una línea de intransigencia total”, señala en un comunicado el Partido Socialista francés (PS)  que reclama una “solución negociada”.

Más virulento es el Partido de Izquierda (PG) de Jean Luc Mélenchon. “Mariano Rajoy ha cometido un terrible error en un país donde las cicatrices de la historia están todavía abiertas. Sea cual sea la posición sobre la independencia de Catalunya, esta violencia es inexcusable”, sostiene la formación. El PG pide al Gobierno francés interceder ante Rajoy antes de que la situación degenere todavía más.

También el centrista MoDem, denuncia la errónea estrategia de Rajoy. “Actuando de esta manera, Mariano Rajoy se arriesga a dividir y humillar definitivamente todo un pueblo. Un grave error”, ha dicho en Twitter el presidente del grupo parlamentario en la Asamblea Nacional, Marc Fesneau.

Mientras, el Ejecutivo de Emmanuel Macron guarda silencio. Ni el Elíseo ni el Ministerio de Asuntos Exteriores se han pronunciado oficialmente. Como muchos de sus colegas europeos, Emmanuel Macron se mantiene al margen para evitar dar la impresión de injerencia en los asuntos internos españoles.

Es lo que ha venido a decir el ministro de Economía, Bruno Le Maire, en RTL. “Todas las decisiones recaen en la soberanía española. ¿Qué diríamos si un Gobierno español opinara sobre la situación en Francia, sobre la manera que tenemos de gestionar nuestros problemas de orden público? Todo eso le corresponde al gobierno español y a su exclusiva responsabilidad”, ha señalado el ministro.

También el ministro de Finanzas de Reino Unido, Philip Hammond, ha reiterado este lunes que el referéndum es un asunto interno de España, aunque ha pedido "contención" en respuesta a los disturbios que se produjeron, que dejaron numerosos heridos, entre ellos miembros de las fuerzas de seguridad.