REUNIÓN ORDINARIA

La Mesa elude por cuarta vez tramitar las leyes de desconexión

Fidel Masreal / BARCELONA

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Una vez más -y ya van cuatro- la Mesa del Parlament -el máximo órgano de decisión tras los plenos de la Cámara- ha celebrado una reunión ordinaria sin que la mayoría independentista de Junts pel Sí y la CUP pidan durante la reunión la admisión a trámite de la ley del referéndum, presentada a registro del Parlament el pasado 31 de julio. La decisión de la mayoría soberanista ha enojado una vez más a los representantes del PSC y a Ciutadans en la Mesa, que han reclamado sin éxito que se tramitase ya la polémica iniciativa.

Durante una hora, la Mesa -que ha contado con la participación con voz pero sin voto de representantes del PP y de la CUP- ha analizado la polémica situación. Para Ciutadans, que el independentismo mantenga en el cajón las leyes de desconexión (hoy por segunda vez la Mesa tampoco ha tramitado la ley de transitoriedad jurídica, registrada en el Parlament el pasado 28 de agosto) es una instrumentalización de los mecanismos parlamentarios en beneficio de dos grupos parlamentarios.

Ciutadans y los Socialistas han vuelto a reclamar que se lleve a cabo un informe jurídico sobre dos cuestiones: el hecho de mantener congelada la ley del referéndum, por un lado, y el contenido mismo de esta normativa. La petición ha sido rechazada con los votos de la mayoría independentista en la Mesa y con la abstención del representante de Catalunya Sí que es Pot, Joan Josep Nuet.

Miércoles decisivo

Así las cosas, todo indica que la mayoría independentista tramitará la ley del referéndum mañana mismo en el pleno ordinario convocado en el Parlament. Para hacerlo, hará uso del artículo 81.3 del reglamento que permite introducir cambios en el órden del día. Previamente es previsible que se haya reunido de urgencia la Mesa para, esta vez sí, admitir a trámite la normativa sobre el referéndum del próximo 1-O. Una maniobra que los grupos de la oposición tratarán de evitar acusando a los grupos independentistas de retorcer la normativa interna del Parlament para satisfacer sus intereses, y forzar el debate de una ley trascendental en cuestión de horas sin tiempo para una tramitación ordinaria. 

Sobre todo ello, Junts pel Sí mantiene silencio y por el momento no existe ninguna petición de convocatoria extraordinaria de una nueva Mesa del Parlament para dar curso a la ley del referéndum. "Depende de los grupos", insisten desde la presidencia de la institución, mientras Ciutadans sigue considerando "inaceptable" y "escandaloso" que se use la Mesa en beneficio de dos grupos parlamentarios.