El PSOE advierte a Díaz de que debe acatar la apuesta plurinacional

Pedro Sánchez, junto a sus principales colaboradores, este lunes en la sede del PSOE.

Pedro Sánchez, junto a sus principales colaboradores, este lunes en la sede del PSOE. / periodico

Juan Ruiz Sierra / Madrid

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Hubo un tiempo en el que una advertencia como la que lanzó Susana Díaz el pasado domingo, en el congreso de los socialistas andaluces, hubiera supuesto una conmoción en la dirección del PSOE. “Como secretaria general de los socialistas andaluces y como presidenta de la Junta, te pido que nunca me hagas elegir entre las dos lealtades, porque soy la presidenta de todos los andaluces”, dijo Díaz a Pedro Sánchez. Fue una indisimulada referencia a la apuesta del partido por la España plurinacional, que su federación, pese a haber abogado por una iniciativa de este tipo en el pasado reciente, dice no compartir ahora. Un día después de este mensaje, la cúpula socialista, que tras la amplia victoria de Sánchez en las primarias de mayo goza de una mayor autoridad que antes, se limitó a recordar a Díaz que los textos aprobados en los congresos, como el que apuesta por el reconocimiento de Catalunya como nación, no son optativos. 

“Son de obligado cumplimiento”, señaló este lunes la vicesecretaria general, Adriana Lastra, tras la ejecutiva socialista. En la reunión se abordó el último desplante de Díaz. Según fuentes presentes en el encuentro, el propio Sánchez reconoció que se trataba de una situación “anómala”, pero que él iba a seguir “tendiendo la mano” en aras de la buena relación con el PSOE de Andalucía, la principal federación del partido, donde reside el 25% de la militancia.

El entorno del secretario general confía en que este episodio tenga escaso recorrido. Pero tratándose de la presidenta de la Junta, derrotada en las primarias de mayo, no las tienen todas consigo. Un estrecho colaborador de Sánchez esperaba que se redujese a una “última pataleta”. “Cuando pierdes un congreso, hay una época de duelo. Ella está ahora en eso”, argumentó.

El horizonte electoral

Hay dos factores que contribuyen a que la tensión no vaya a más, según esta tesis. El primero reside en los movimientos orgánicos provocados por contundente victoria de Sánchez el pasado mayo. Los presidentes autonómicos que apoyaron la candidatura de Díaz, de Guillermo Fernández Vara Emiliano García-Page, pasando por Ximo Puig, no quieren insistir en el pulso con Sánchez. Fuentes de la dirección explican, en este sentido, que la presidenta de la Junta intentó sumar a los líderes territoriales a su frente “antiplurinacional”, pero no tuvo éxito. El segundo factor tiene que ver con el calendario electoral de Andalucía, cuyos comicios tendrán lugar en marzo del 2019 si no hay adelanto. “Queda poco más de año y medio y todos tenemos que remar juntos. Ella ya se pegó un tiro en el pie al presentarse y perder las primarias. No creo que quiera pegarse uno nuevo”, señala otro dirigente.

Lastra intentó rebajar la polémica en su intervención, negando cualquier posibilidad de choque entre los intereses del partido y de Andalucía. “Nunca el PSOE ha defendido algo que sea bueno para un territorio y malo para otro. Esa disyuntiva no se va a dar”, concluyó.