EL SAQUEO DE UNA INSTITUCIÓN CULTURAL

El Palau de la Música contrató la remodelación a pesar de la objeción de los arquitectos

El arquitecto Óscar Tusquets, a su llegada a la Ciutat de la Justícia para declarar en el juicio del 'caso Palau'.

El arquitecto Óscar Tusquets, a su llegada a la Ciutat de la Justícia para declarar en el juicio del 'caso Palau'. / periodico

J. G. ALBALAT / PAULA MORI / BARCELONA

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El arquitecto Carles Díaz, socio del despacho de Óscar Tusquests, ha declarado este viernes en el juicio por el saqueo del Palau de la Música que comentó en el año 2000 a Jordi Montull, entonces mano derecha de Fèlix Millet en la entidad cultural, su objeción a que Ferrovial se hiciera cargo de la ampliación y remodelación del auditorio barcelonés. "Le dije que si lo hacíamos con Ferrovial teníamos que ir con mucho cuidado, porque era una empresa muy dura, como todas las grandes empresas, y apretaba para conseguir más presupuesto", ha dicho el testigo. A pesar de esta opinión, los máximos directivos del Palau escogieron a Ferrovial para realizar la obra. La constructora está acusada de pagar comisiones a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) a través del auditorio.comisiones Convergència Democràtica de Catalunya (CDC)

Díaz ha explicado que el Palau les dio varios presupuestos para realizar las obras: uno de ellos era de Dragados y otro de Ferrovial. "La elección final fue del cliente" [el Palau], ha aclarado el también arquitecto Óscar Tusquets. Este ha afirmado que era escéptico y dudó si Ferrovial era la empresa "idónea" para efectuar la obra, aunque después ha precisado que no hubo problemas importantes con la constructora.

RETRASOS EN LA ENTREGA DE LA OBRA

"La calidad fue aceptable y cumplió con el contrato", ha relatado Tusquests. El contrato entre el Palau y Ferrovial nunca lo vio. El testigo ha admitido que solo firmó los certificados de obras que realmente se ajustaban a la realidad y ha reconocido un desvío presupuestario de unos 600.000 euros. De los iniciales 8,9 millones se pasó a una liquidación final por un importe de 9,5 millones, aunque, según el testigo, hubo modificaciones en el proyecto original.

Ha restado importancia al retraso en la entrega de la obra y a que no se aplicara sanción alguna por este hecho. "Nos importa más la calidad", ha explicado Tusquets. Los honorarios de los arquitectos los pagó el Palau, ha incidido Díaz. Las obras se realizaron desde el el 2000 al 2005. Tanto Tusquets como Díaz habían sido propuestos como testigos por el abogado Alex Solà, que ejerce la acusación popular en nombre de la Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB)

Un exresponsable de GISA (ahora Infraestructures.cat), la empresa que adjudica las obras públicas de la Generalitat, ha asegurado, por su parte, que la contratación de la línea 9 del metro se hizo de forma correcta y sin desviación de presupuesto. Varias empleadas de las empresas del Grupo Leter Graphic han asegurado que no hicieron trabajos para el Palau, a pesar de que se han encontrado facturas giradas al auditorio, pero sí a diversos partidos políticos y, sobre todo, CDC.

UN LÁPIZ DE MEMORIA

Un mosso que participó en la entrada y registro al Palau ha asegurado que se intervino un lápiz de memoria a Gemma Montull, que intentó esconderlo, y unas libretas donde estaba escrito "Carta a los Reyes Magos", donde se apuntaban un motivo (por ejemplo, aire acondicionado) y una cantidad concreta.También ha comparecido un alto directivo de Ferrovial que ha explicado que en febrero del 2006 se le comunicó el despido al acusado y exejecutivo de la constructora Pedro Buenaventura.