El Govern en pleno se conjura para "organizar, convocar y celebrar" el referéndum

XABI BARRENA / FIDEL MASREAL / BARCELONA

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En el procés, los actos políticos de gran enjundia que carecen de validez jurídica forman, en sí mismos, una subcategoría propia. Entendidos por unos como dignas declaraciones de intenciones y, por otros, como meras salvas de fogueo, estos actos tienen como objetivo poner en alto la pica soberanista. El de este viernes en el Palau de la Generalitat, no ha sido diferente. El Govern en pleno, con el presidente y el vicepresidente a la cabeza, así como decenas de altos cargos de designación política -unos 200 según el Ejecutivo catalán- se han comprometido a hacer lo que Puigdemont dijo que haría hace ya seis meses: el referéndum.

Las luchas intestinas del momento y las que se han librado pensando ya en un futuro (PDECat y ERC se han movido bajo el lema 'a ver si inhabilitamos al líder contrario') han forzado a esta reiteración. Así, el Govern en pleno ha firmado un documento por el que se obliga a "organizar, convocar y celebrar el referéndum", como muestra del "inalenable derecho a la autodeterminación". El Ejecutivo, además, se conjura para "aplicar los resultados" que se deriven de la consulta. Se reafirman, por tanto y también, en el carácter vinculante del referéndum.

El texto, leído en el Pati dels Tarongers con la presencia de los miembros del Govern y los altos cargos, en lo que se pretende que sea una foto de familia histórica, señala que "el anhelo mayoritario" de libertad de los catalanes "ha topado reiteradamente con la imposición de un marco legal que demasadias veces no ha respetado la voluntad popular de los catalenes".

REPRESALIADOS CATALANES

Tras mentar la guerra de sucesión, la del 1714, la guerra civil y el franquismo, el texto recuerda "que en todas las ocasiones las autoridades catalanas han acabado represaliadas por parte del Gobierno español". "Todos los 'presidents' del siglo XX han sufrido prisión o exilio por defender las libertades catalanas". Tras la lectura del manifiesto, los miembros del Govern lo han firmado en el mismo patio dels Tarongers. Tras las firmas, dos breves discursos, del vicepresidente y el 'president'.

El número dos del Govern y líder de Esquerra, Oriol Junqueras, el encargado de organizar la consulta, ha llamado a que todos se unan para hacer posible el referendum ("jurarnos unos a otros que haremos todo lo que corresponde para que los ciudadanos puedan celebrar y ganar este referéndum"), y ha finalizado su intervención con una cita de uno de los 'presidents' represaliados, Francesc Macià, en lo que puede entenderse com una especie de pistoletazo de incio a las curvas que se adivinan: "Catalanes, cada uno a sus puestos y Catalunya en el corazón de todos".

El 'president' Carles Puigdemont ha cerrado el acto. "El Govern reafirma solemnemente, ante las amenazas e intentos de limitar el autogobierno de Catalunya, su intención de organizar, convocar y celebrar el referéndum". Y lo hace porque el Ejecutivo "es el vehículo que el pueblo de Catalunya y el Parlament ha convocado para decidir su futuro", es decir, porque tiene un "mandato democrático". Puigdemont ha remachado sus palabras señalando que el deseo referendista "une a gente que piensa de manera muy distinta, en la expresión de lo que es Catalunya, un país diverso y plural que desea resolver" su futuro político "como lo hacen las democracias avanzadas y sanas".