Las "hostias" de Duran

Lo más parecido a un mítin. Así se podría resumir la intervención del que fue el líder de la recientemente finiquitada UnióUnió, Josep Antoni Duran Lleida, en la presentación de su libro 'Un pa com unes hòsties' ('Un pan como unas tortas'). Quien tuvo retuvo, y parece que los meses transcurridos desde su retirada le han servido para acumular lo que él mismo ha descrito como la "angustia" por la situación del proceso soberanista.

"Haced el favor de sentaros a la mesa, comenzad a hablar", ha exclamado al final de su intervención, a la que han asistido los que fueran dirigentes de su partido, pero ningún representante destacado del exsocio, Convergència, hoy PDECat, salvo la veterana 'exconsellera' Maria Eugènia Cuenca.

Unió anuncia su liquidación

Precisamente al PDECAt y al 'president' Carles Puigdemont ha dedicado Duran buena parte de los dardos directos lanzados desde su discurso. El principal, la acusación de estar engañando a la ciudadanía con una solución, la independencia, que, según Duran, no va a llegar. "¿Por qué no se acepta de una vez por todas que cuando vas fuera, desde que estamos con planteamientos independentistas, no recibe nadie a nuestros gobernantes? Que la máxima fotografía sea un diputado desconocido en los pasillos del Congreso de Estados Unidos... ¿esto no quiere decir nada? No tenemos nada que hacer porque fuera no nos reconocerán".

LAS MANIFESTACIONES SOBERANISTAS

Tan vehemente ha sido Duran que, a la mitad del mítin -perdón, de la presentación del libro- ha logrado aplausos de una concurrida sala de actos de la Casa del Libro de Barcelona. Los ha cosechado con una afirmación polémica: en contra de la tesis de su exsocio Artur Mas, no se debe hacer tanto caso, ha dicho, a las manifestaciones soberanistas. "Los sentimientos hacen más difícil la situación, el político ha de administrarlos, no ponerse al frente de la manifestación, sino llevar la manifestación hacia donde cree que ha de ir, que es posible, viable...; convencer a la gente, y, si no te votan, te vas a casa. Tu obligación es llevar al país donde tu crees".

Duran Lleida, por momentos, ha parecido estar proponiendo una fuerza política (algunos intentos existen al respecto) que cubra lo que ha definido como un espacio político huérfano en Catalunya: "En las próximas elecciones es posible que por primera vez en la historia no haya una fuerza política catalanista de centro no independentista que se presente. [Unió] Ha dejado una orfandad importante que muchos ciudadanos viven con preocupación y angustia; no sabrán qué votar".

Preocupación y angustia han sido palabras repetidas en el discurso. Una intervención, por cierto, que no ha hecho mención alguna a la reciente desaparición definitiva del que fue su partido con una deuda que se acerca a los 20 millones de euros y que forzó un concurso de acreedores.

LOS PROBLEMAS REALES

En todo caso, ahí sigue la apuesta de Duran por la famosa tercera vía, exigiendo al Gobierno del PP que dé el primer paso, pero también reclamando a la Generalitat que -como afirma a menudo Mariano Rajoy- se dedique a los problemas reales de los catalanes y tenga en cuenta que la sociedad catalana está "fracturada" en dos en la cuestión soberanista. Todo ello de parte de alguien que ejerce ahora de abogado en la firma de su esposa y que sostiene en privado y en público que no pretende volver a la política.