El PSOE aplaza su congreso para evitar la pugna interna ahora

GEMMA ROBLES / IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Ya es oficial. La dirección del PSOE ha propuesto a las federaciones socialistas aplazar el congreso que se tenía que celebrar el próximo 21 de mayo hasta que haya un gobierno en España. La decisión se ha hecho pública en vísperas de una cita que se espera definitiva para bien o para mal entre Pedro Sánchez y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y cuando la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha confirmado a su entorno más cercano y a varios líderes territoriales que tratará de hacerse con las riendas de su partido en ese cónclave, “sea cuando sea”, según fuentes socialistas. Cabe recordar que dicho congreso tiene carácter ordinario, lo que implica que además de un posible cambio en la dirección tocará renovar el proyecto del PSOE en una coyuntura política de lo más convulsa, en la que a esta veterana organización les ha salido competencia tanto a la izquierda como en el centro.

“Una vez que la Ejecutiva Federal ha constatado el amplio consenso en el conjunto del partido en torno a esta decisión, la dirección socialista ha acordado la conveniencia de proceder a este aplazamiento para contribuir a facilitar el proceso de formación de un gobierno de cambio que lidera el PSOE, primando el calendario político e institucional por encima del orgánico”, apunta el equipo de Sánchez en un comunicado.

La Ejecutiva del partido se reúne este martes para convocar un comité federal el próximo sábado, en el que se analizará la propuesta de un nuevo calendario precongresual. La gran mayoría de los barones territoriales están en principio de acuerdo con retrasar el cónclave hasta que haya pacto o hasta después de las nuevas elecciones del 26-J. Una vez más es la federación andaluza la que se muestra más esquiva, al menos en público, entre otras cosas porque fue la que en su día más presionó para que ese congreso no se postergara hasta las puertas del verano, como defendía Pedro Sánchez.

ANDALUCIA PIDE EXPLICACIONES

 “Desconocemos las razones de por qué se plantea trasladar la fecha del congreso y esperaremos a escuchar las razones de la dirección federal para valorar la propuesta”, apuntó el dirigente andaluz Juan Cornejo, quien, en todo caso puntualizó que ellos “nunca” serán un “obstáculo”, aunque prefieren tener más argumentos que los que este mismo lunes, en llamada telefónica, les hizo llegar el responsable de Organización del PSOE, César Luena.

No quiso Cornejo confirmar si su jefa pretende presentar candidatura en el cónclave, dejando su respuesta en un “el runrún existe, aunque ella no ha dicho si tiene intención o no”. En todo caso, fuentes socialistas aseveran que una vez ha decidido dar la batalla, es a la propia Díaz a la que menos conviene un congreso en mayo, por precipitado. En vistas de que el ruido en torno a la fecha volvía a resurgir en estos días donde los acuerdos para formar gobierno de forma inmediata se antojan complicados, la dirección ha movido ficha para hacer suya la propuesta del aplazamiento. Eso garantizaría, salvo sorpresas, que Sánchez tendrá fácil hacerse con las primarias para ser candidato otra vez en las generales de junio, si las hubiera. De su resultado en esos hipotéticos comicios dependería su fortaleza para enfrentarse a Díaz en un congreso que llegaría después.  

LA PELEA

La pelea por la fecha del congreso se llevó al Comité Federal del 28 de diciembre, en el que se fijó la hoja de ruta para las negociaciones de gobierno. En aquella jornada, los líderes del PSOE en Andalucía, Asturias y Castilla-La Mancha se mostraron partidarios de no aplazar el congreso y mantenerlo en febrero, cuando tocaba.

La decisión se tomó finalmente el 30 de enero, también entre discrepancias de los dos sectores del partido. El objetivo de la dirección era convocarlo el 18 y 19 de junio, pero este calendario no convenció a los críticos, que querían principios de mayo. Se llegó entonces a un consenso y se aprobó la fecha del 21 y 22 de mayo. Desde que Sánchez aceptara la oferta del Rey para intentar una investidura y se abriera periodo de negociaciones, este tema ha estado en segundo plano. Hasta ahora.