Rajoy llamará a Sánchez cuando la situación "se serene"

La vicepresidenta alega que el presidente del Gobierno en funciones está a la espera de que el socialista "asuma" su fracaso

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, tras el consejo de ministros.

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, tras el consejo de ministros. / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Mariano Rajoy sigue manteniendo la intención de llamar a Pedro Sánchez y si no se ha producido todavía esa conversación es porque está a la espera de que el líder socialista "vaya asumiendo" que su investidura fue fallida y que las otras opciones "son perores". El líder del PP busca con sus tiempos que "las cosas se vayan serenando" y que "vayan a su cauce", según ha explicado la vicepresidenta del Gobierno en funciones, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Soraya Sáenz de Santamaría ha insistido en que han de ser Rajoy y Sánchez los que se sienten a dialogar y no delegar este encuentro en equipos técnicos que, a su juicio, están para dirimir asuntos menores una vez se ha avanzado en la voluntad de acuerdo. La portavoz ha expresado que la voluntad de Rajoy es esperar a que se calme "la rescaca" del debate de investidura, el miércoles y viernes de la semana pasada. "¿Cuándo va a llamar al señor Sánchez? Primero, lo sabrá Sánchez, porque en eso hay que mantener también la seriedad", ha respondido eludiendo concretar la fecha de una conversación que no se ha producido cuando ya han pasado siete días del "no" a Sánchez en el Congreso.

CIUDADANOS, 'CONVENIENTE'

La vicepresidenta ha subrayado que la única fórmula para garantizar la estabilidad pasa por un Ejecutivo que sume a PP y PSOE, aunque ha admitido que Albert Rivera podría jugar un papel en ese acuerdo. "Ciudadanos puede ser conveniente y estamos abiertos a ellos, pero seguimos con nuestra posición incial", ha afirmado, en referencia a un pacto entre conservadores y socialistas.

Sáenz de Santamaría ha opinado que "lo lógico", atendiendo a los resultados del 20-D, sería una fórmula de gran coalición PP-PSOE, pero ha admitido que no descartarían otros apoyos, como poder gobernar gracias a "abstenciones".