Del chicle de Rajoy al aplauso irónico de Iglesias

RAFA JULVE / BARCELONA

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El discurso de Pedro Sánchez en el debate de investiduraPedro Sánchezdebate de investidura ha transcurrido dentro de la monotonía y sin que hubiera sobresaltos en el hemiciclo. La hora y media de intervención del aspirante a la presidencia solo se ha visto interrumpida por los aplausos de la bancada socialista, a la que se han sumado irónicamente dirigentes de Podemos como Pablo Iglesias e Íñigo Errejón cuando Sánchez ha agradecido a Ciudadanos su "valentía" por haber firmado un acuerdo de gobierno. Por lo demás, los diputados del Congreso han parecido seguir la sesión con el piloto automático. Soso. Todo muy soso.

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Hiératico. Esta podría ser la definición en un uno por uno de la actitud de Mariano Rajoy durante la intervención de Sánchez. El líder del PP ha seguido el discurso sin grandes muecas ni aspavientos, aunque también ha dado un toque de color a la sesión. Su estilo ha sido más refinado que el de Andrea LevyAndrea Levy, pero tal y como le pasó a la vicesecretaria de estudios y programas del PPC hace unos meses en el Parlament, las cámaras han pillado al presidente del Gobierno central en funciones mascando chicle en su escaño. ¿O era un caramelo? ¿O tal vez un objeto 'mascante' no identificado?

LA TRIBUNA DE INVITADOS

Diputados al margen, el debate también tenía su punto de atención en la tribuna de invitados. No estaba la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz,Susana Díaz pero sí otros barones socialistas. Han asisitido además los dirigentes sindicales Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo. También el exlíder de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, se ha dejado ver. En esta ocasión, al lado de Levy en el gallinero y lejos eso sí de las posiciones que ocupaba hace solo unos meses. 

Ahora es Francesc Homs quien abandera a Convergència en la Cámara baja. El líder de Democràcia i Llibertat en el Congreso, igual que los diputados de ERC, con Gabriel Rufián y Joan Tardà al frente, ha mostrado muy poco entusiasmo y cierta apatía con las palabras de Sánchez, especialmente con las referentes a CatalunyaCatalunya.