Desarticulada una célula yihadista que enviaba material militar a Siria e Irak camuflado como ayuda humanitaria

La Policía Nacional, bajo la dirección del juez de la Audiencia Nacional Eloy Carrasco y en coordinación con la Fiscalía, ha desmantelado este domingo una célula yihadista que supuestamente se dedicaba a enviar, camuflado como ayuda humanitaria, instrumental militar, dinero, equipos electrónicos y de transmisiones, armas y material para fabricar explosivos a los grupos terroristas Estado Islámico y Jabhat al Nusra, según ha informado el Ministerio del Interior.

En la operación, desarrollada durante la madrugada del sábado al domingo en varias localidades de Alicante, Valencia y Ceuta, han sido detenidas seis personas, a las que se ha sumado otra más a primera hora de la mañana. Cinco de los arrestados son españoles de origen sirio, jordano y marroquí, y los otros dos son extranjeros residentes en el país.

En declaraciones a los medios en Barcelona, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha explicado que los detenidos remitían a los mencionados grupos terroristas, muy activos en Siria e Irak, los materiales en contenedores cerrados desde puertos españoles, con lo que les dotaban de suministros continuados y reforzaban "las estructuras" delictivas de estas organizaciones.

El ministro ha asegurado, asimismo, que la dirección de la célula la ejercía un solo miembro a través de un "complejo empresarial" que permitía enviar el material sin levantar sospechas. Además de las labores logísticas, los detenidos también realizaban tareas de financiación y blanqueo de capitales. "Se trata de un golpe muy importante" que ha supuesto un "salto" cualitativo en la lucha antiyihadista, ha añadido Fernández Díaz, antes de destacar que el objetivo de la operación era cortar la financiación y el acceso a materiales, equipos y armamentos que son "absolutamente indispensables" para el funcionamiento de las organizaciones terroristas en las zonas de conflicto en las que operan.

CENTRO DE OPERACIONES EN ESPAÑA

La policía inició la vigilancia al grupo desmantelado en el 2014. En un principio, la célula trabajaba desde varios países de Europa, pero finalmente asentó su centro de mando en España de forma estable y definitiva. La financiación para la preparación y el envío de las remesas a Siria e Irak provenía principalmente de transferencias internacionales, utilizando a personas interpuestas, pero sobre todo a través de pagos y movimientos de dinero al margen del sistema legal, mediante el método conocido como 'hawala', con el que los investigados eludían el control de las autoridades.

Paralelamente a estas actividades empresariales ilegales, los detenidos también tenían el encargo de Estado Islámico de captar a mujeres para que se casasen con combatientes en las zonas de conflicto.

Asimismo, como es habitual en los grupos yihadistas, la célula desarticulada utilizaba las redes sociales para comunicarse y se han localizado varios perfiles personales a través de los que difundían mensajes a favor de los grupos terroristas para los que trabajaban.