EL PULSO SOBERANISTA

Catalunya se cuela en la negociación y enfrenta a PP y PSOE

El presidente del Gobierno en funciones Mariano Rajoy.

El presidente del Gobierno en funciones Mariano Rajoy. / periodico

G. ROBLES / I. MÁRMOL / J. R. SIERRA / MADRID

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La guerra fría entre PP y PSOE que Albert Rivera pretende neutralizar para forjar un Gobierno se recrudeció este jueves a cuenta de los pasos que el Parlament ha dado para iniciar la desconexión, y complica el deshielo que busca el líder de Ciudadanos en el arranque de las negociaciones con Pedro Sánchez.

El secretario general socialista recriminó con tono áspero a Mariano Rajoy que no le tenga en cuenta como candidato a la presidencia y que, estando en funciones, decidiese de forma unilateral y sin aviso alguno poner en marcha la maquinaria para frenar las decisiones de la Cámara catalana. Las formas del líder del PP irritaron a Sánchez.

Rajoy aprovechó una reunión del grupo parlamentario del PP para hacer público que este viernes el Consejo de Ministros aprobará un recurso por posible conflicto de competencias a raíz de la creación de la Conselleria d'Afers Exteriors. Y además, adelantó que la Abogacía del Estado ya está estudiando si los trámites de las leyes de desconexión deben ser recurridas ante el Tribunal Constitucional.

Sánchez quiso dejar claro que su posición respecto a Catalunya está en la misma línea que la del PP y Ciudadanos, es decir, que vive con “honda preocupación” los pasos hacia la independencia. Sin embargo, evidenció un malestar que cobra especial relevancia por el contexto en el que se exhibe: justo tras reunirse con Rivera en la ronda de negociaciones de investidura. En el encuentro, el presidente de Ciudadanos le acababa de pedir el deshielo con el PP, puesto que entiende que la llave de la gobernabilidad pasa, necesariamente, por sumar a los populares al acuerdo.

CONVERSACIÓN RAJOY-RIVERA

Las discrepancias respecto al papel que ambos conceden al PP cristalizaron en sus distintas fórmulas de modular la interpelación a Rajoy. Lo que el líder socialista le afeó como reproche, el de Ciudadanos lo planteó en términos conciliadores.

“Exijo a Rajoy que de ahora en adelante nos llame para tratar de acordar esas líneas de actuación ante un problema que nos preocupa a todos”, reclamó Sánchez. Rivera, mucho más comedido, envió un mensaje al número uno del PP para manifestarle su apoyo a las medidas que el Gobierno en funciones ha decidido tomar.

Por la tarde, Rajoy le llamó. Según fuentes del partido naranja, ambos líderes decidieron mantener abiertas las “vías de unidad y diálogo frente a los desafíos independentistas”, y quedaron en verse en los próximos días, aunque no cerraron ninguna fecha. Tras conocer esa conversación, el entorno de Sánchez lamentó que Rajoy no se hubiese puesto en contacto con el candidato a la investidura, y los socialistas volvieron a exigirle "que se consensúen con lealtad las posturas sobre temas de Estado".

UNIDAD, PESE A LOS GESTOS

El camino hacia la independencia de Catalunya sigue concitando consenso entre PP, PSOE y Ciudadanos, que rechazan frontalmente las decisiones aprobadas en el Parlament. Sin embargo, la tensión de las negociaciones hacen imposible escenificar de nuevo un acuerdo que sí visibilizaron en noviembre, al presentar simbólicamente tres recursos de amparo ante el TC contra la declaración de ruptura del Junts pel Sí y la CUP. Ahora, en cambio, se esfuerzan en poner el acento en cuestiones protocolarias, aunque comparten el fondo: las instituciones catalanas no pueden actuar al margen de la ley.

Rajoy, que este sábado viajará a Barcelona, fue taxativo en su determinación: "El Gobierno está en funciones, pero ni el Estado ni la ley ni las instituciones lo están. Están en vigor y se van a defender de los ataques". Sánchez, admitió que, de haber sido consultado, su decisión hubiese sido semejante. “No digo que vaya a ser distinta”, aseveró.

El escenario catalán también enfrentó este jueves a ERC y Podemos. El número dos del partido morado, Íñigo Errejón, aseguró que los partidos soberanistas no quieren en realidad un referéndum porque temen perderlo. El líder de los republicanos, Oriol Junqueras, le retó a poner la consulta como "condición sine qua non" para pactar con los socialistas.