PERFIL DEL POLÍTICO QUE DESTAPÓ EL 'CASO IMELSA'

El "yonqui del dinero" que tiró de la manta

Marcos Benavent

Marcos Benavent / periodico

LAURA L. DAVID / VALENCIA

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Sobre sus grabaciones se ha construido el 'caso Imelsa', la trama corrupta que ha hecho temblar de nuevo al PP. Durante años en los que presuntamente participó en las corruptelas dirigidas por el expresidente de la Diputación de Valencia Alfonso Rus, el exgerente de la empresa pública Imelsa (Impulso Económico Local S.A.) Marcos Benavent grabó a escondidas centenares de conversaciones que le comprometían a él, a sus compañeros del PP y a varios empresarios en delitos que acabarían por llevarle a la cárcel. Lo hizo como seguro de vida. "Él nunca las hubiera aportado por su cuenta", dice alguien que trabajó con él y le conoce bien.

Pero su plan tenía una grieta. Hace año y medio, su exsuegro, el empresario Mariano López (que fue detenido en la macrorredada anticorrupción de este martes), despechado porque no se le había adjudicado un contrato como se había pactado, ejecutó su 'vendetta'. López hizo llegar a Esquerra Unida aquellas más de 10 horas de audios, que el partido trasladó a la Fiscalía Anticorrupción y que han hecho saltar por los aires el castillo de naipes construido por el propio Rus. Solo cuando supo que las grabaciones estaban en manos de la justicia, Benavent decidió tirar de la manta.

CAMBIO DE 'LOOK'

"Va salir mierda a punta pala", avisó Benavent cuando declaró por primera vez ante el juez en mayo del 2015, tras varios meses en paradero desconocido. Para su reaparición, el hasta entonces lenguaraz dandi con estudios en Derecho y familia del Opus Dei eligió una cuidada puesta en escena. Vestido con un atuendo de lo más 'yogui', como si viniera directo de abrir sus 'chakras' en alguna parte de la ciudad india de Benarés, atendió a los medios. Y perjuró entonces que de un tiempo a esta parte había decido dedicarse a la meditación y a la agricultura ecológica.

El problema es que lleva a cuestas 16 años de trayectoria política ligada a Rus. De la mano del exbarón popular, comenzó como concejal de Feria y Fiestas de Xàtiva en 1999. De allí dio el salto en el 2007 a la gerencia de Imelsa, una empresa que igual contrataba la instalación de césped artificial en campos municipales como la de bombillas led o campañas de comunicación.

"Yo era un yonqui del dinero", dijo a las cámaras, cumpliendo el papel del arrepentido el hombre que trasladaba los maletines de las mordidas del 'caso Imelsa'. "Venía personalmente al despacho como presidente de Imelsa, pero cerraba los encargos siempre en alguna comida. Siempre estaba de guasa", explica un trabajador de una de las empresas con las que contrataba a menudo Benavent. El mismo que desde hace meses, escondido e imputado, abandonó a su padrino político y colabora con la investigación judicial en busca de una reducción de condena.