LA COYUNTURA POLÍTICA EN ESPAÑA

El CIS que certificará el auge de Podemos se aplaza hasta mediados de la próxima semana

Los especialistas alegan que la falta de pasado de la organización de Pablo Iglesias dificulta la 'cocina' de la encuesta

Asamblea ciudadana de PODEMOS en Madrid

Asamblea ciudadana de PODEMOS en Madrid / AGUSTÍN CATALÁN

IOLANDA MÀRMOL / MADRID

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El pasado miércoles, jornada en la que hubo un maratoniano Pleno en el Congreso de los Diputados, no se hablaba de otras cosa en los pasillos de la Cámara: el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) tenía listo su barómetro de otoño y quedaba en evidencia que Podemos, el partido de Pablo Iglesias, era la primera o una de los dos primeras fuerzas políticas en intención de voto directo -algunos apuntaban a empate técnico con el PP- y segunda en voto estimado. Se daba por hecho que el estudio sería presentado el lunes. Pero habrá un aplazamiento de última hora y no será hasta mediados de semana cuando se publique tan llamativo sondeo, según confirmaron a este diario fuentes conocedoras de los trabajos del CIS.

Las fuentes citadas puntualizan que aún no han terminado los trabajos vinculados al barómetro de octubre, que incluye preguntas sobre actitudes políticas a partir de las cuales se calcula la estimación de voto para futuras elecciones. Según parece, los responsables de esta encuesta no tienen cerrados los resultados definitivos y van a trabajar "intensamente" este fin de semana para tenerlo listos lo antes posible y poderlos presentar públicamente, seguramente en el ecuador de la próxima semana.

A nadie se le escapa que, con independencia de los resultados que arrojen los datos de voto proyectado, el hecho de que Podemos se sitúe como primera o segunda fuerza política en España en voto directo supone una revolución en el panorama político nacional, así como un serio aviso para el bipartidismo, que vive momentos muy complicados a raíz de los casos de corrupción que se están conociendo en los últimos días (y que, por cuestión de calendario, no estarán recogidos en el trabajo de campo de este sondeo).

NO TENER PASADO

Los expertos en cocinar este tipo de macroencuestas se han encontrado con un "problema técnico importante", según sostienen, para poder calcular el resultado electoral debido al ascenso de Podemos: sobre el papel está recogida la intención directa de voto manifestada por los encuestados, pero para traducir estos datos en estimación de un resultado electoral la información tiene que ponderarse con algunos elementos que influyen, como la simpatía hacia un determinado partido o el recuerdo de voto.

Precisamente este último aspecto es fundamental porque los electores, apuntan los sociólogos consultados, tienden a reconstruir el pasado si les hace sentir incómodos (esto es, si se arrepienten en la actualidad del voto que introdujeron en la urna hace meses o años)  y, más allá del olvido o el despiste, suelen "recordar" haber votado una opción que realmente es la que piensan apoyar en los siguientes comicios. Los técnicos suelen correguir este tipo de errores en la cocina de los sondeos, en principio necesaria para suavizar factores que podrían desvirtuar el valor de un estudio de estas características.

En el caso de los datos que los expertos del CIS tienen actualmente entre manos, recalcan, la dificultad radica en que no existe ningún recuerdo de voto de Podemos en elecciones municipales, autonómicas, ni generales anteriores, puesto que el partido nació a raíz de las últimas europeas, en mayo de 2014. Esto implica que, aunque ya se cuente con los datos de estimación directa de voto, es imposible introducir el campo de recuerdo de voto en las fórmulas que el CIS emplea habitualmente para traducirlo en estimación de resultado electoral.