La internacionalización del proceso soberanista

El lobi de los apátridas

La Generalitat gasta más de un millón de euros en una asesoría para buscar apoyos al 9-N en el exterior

Visita a EEUU 8 Artur Mas, con el presidente del Senado de Carolina del Norte, Phil Berger, el pasado junio.

Visita a EEUU 8 Artur Mas, con el presidente del Senado de Carolina del Norte, Phil Berger, el pasado junio.

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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En la búsqueda de apoyos internacionales al proceso soberanista, la Generalitat contrató el año pasado los servicios de Independent Diplomat (ID), una consultoría internacional dirigida por un exdiplomático británico que dejó su carrera en el Foreign Service en protesta por la forma en que se cocinó la guerra de Irak del 2003. ID no es una firma al uso. Está especializada en resolución de conflictos y procesos de autodeterminación. Entre sus clientes tiene a gobiernos que aspiran a ser un estado, como la Autoridad Palestina o el Frente Polisario; países de nuevo cuño, como Sudán del Sur, y grupos rebeldes, como la Coalición Nacional Siria.

El Govern ha tratado de mantener la máxima discreción en lo que respecta a su relación con Independent Diplomat desde que se formalizó el primer contrato en julio del 2013. Inicialmente, el conseller de Presidència, Francesc Homs, aseguró que se pagaron 360.000 euros por sus servicios, pero después de que dos diputados del PPC le acusaran en el Parlament de «no decir toda la verdad» tuvo que reconocer que se habían firmado dos contratos más -vigentes hasta el final del 2014- por valor de 720.000 euros. En total, 1,08 millones de euros.

La apuesta por la firma que dirige Carne Ross la justificó el secretario general del Consejo de Diplomacia Pública de Catalunya (Diplocat), Albert Royo, en uno de los informes técnicos de valoración de ofertas. Royo señalaba que «no existe otra institución u organismo independiente especializado en procesos de autodeterminación», según la documentación a la que ha tenido acceso este diario. En ella queda de manifiesto que la Generalitat puso mucho más énfasis en propagar la causa independentista en Europa que en EEUU.

A las actividades de ID en Norteamérica se dedica cerca de un 10% del presupuesto de los cuatro contratos suscritos con Diplocat y la Delegación del Govern en EEUU. El resto va dirigido a sus gestiones en el resto del mundo. Ni Independent Diplomat ni los representantes de la Generalitat en Washington han querido contestar a las preguntas de EL PERIODICO. Pero los servicios contratados con la consultora quedan claros en los expedientes firmados y las ofertas presentadas. Incluyen desde la asesoría en las comunicaciones diplomáticas, los contactos con los medios, las instituciones y la clase política, a la preparación de discursos y reuniones, pasando por la aportación de «consejos detallados sobre las opciones diplomáticas futuras para Catalunya».

El principal activo de ID son sus contactos y su experiencia en foros como la Unión Europea (UE) y Naciones Unidas, donde habían trabajado muchos de sus empleados. «Tienen muchos exdiplomáticos jóvenes que quieren dar otra visión de la diplomacia, más allá de las relaciones comerciales y lo políticamente correcto», afirma el representante en la ONU de una nación sin estado.

Más osadía y agresividad

«Frente a la prudencia generalizada en la esfera diplomática, ID te empuja para que llegues hasta el límite», sostiene otra fuente de un país en conflicto que busca reconocimiento internacional. «Para avanzar en tu causa te piden que seas más osado y agresivo», apunta.

El último cliente en sumarse a la cartera de ID es la Autoridad Nacional Palestina (ANP). En agosto, la consultora se comprometió a asesorar a su delegación en la ONU con la «estrategia diplomática y la campaña de relaciones públicas» para denunciar la guerra de Gaza. También trabaja con las Islas Marshalls para impulsar legislación en torno al cambio climático, ya que la subida de los océanos amenaza con anegar este archipiélago del Pacífico. O con la Coalición Nacional Siria, que representa a las facciones «moderadas» que luchan contra el régimen de Bashar Al Asad, a la que facilita los contactos con el Departamento de Estado o la Casa Blanca. Nuevos países y aspirantes a serlo, como Kosovo, Somalilandia o la República Turcochipriota, están o estuvieron en su cartera.

Curiosamente, la relación de ID con la Generalitat no aparece en la web de la organización, donde sí figuran el resto de sus clientes, aunque se desconoce si es por deseo explícito del Govern. En las declaraciones de ID ante el Departamento de Justicia de EEUU, donde sí se refleja, no consta, sin embargo, que la firma haya hecho alguna gestión política o mediática en nombre del Govern de Artur Mas, a pesar de los más de 100.000 euros gastados por sus servicios en Norteamérica. La Generalitat ya pagó a un lobista del C.G Emmanuel Group para preparar políticamente el terreno de la visita del president a Carolina del Norte el pasado junio. Costó 5.504 dólares, según la documentación consultada.

En su última comparecencia en el Parlament para hablar sobre la relación con ID, Homs respondió a las acusaciones del PP resaltando los «sólidos principios éticos» de la firma: «Independent Diplomat solo trabaja con gobiernos, organizaciones e instituciones comprometidas con la democracia, los derechos humanos y la transparencia». Pero la afirmación es cuestionable. La ANP y Somalilandia son conocidas por su corrupción rampante; las Islas Marshall ejercen de paraíso fiscal; y Human Rights Watch ha pedido un embargo de armas para Sudán del Sur por «la gravedad» de los abusos contra los civiles.