Felipe VI lanza en Girona un mensaje de concordia

PILAR SANTOS / FERRAN COSCULLUELA / Girona

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Felipe VI ha estrenado este jueves su cargo como jefe del Estado en Catalunya con un discurso de concordia ante el conflicto institucional abierto por la consulta soberanista anunciada para el 9 de noviembre. El Monarca ha alabado el "sello distintivo de esta tierra", el "espíritu reflexivo y crítico" de sus habitantes y la convivencia "enriquecedora" entre el castellano y el catalán. Pero, ante las expectativas creadas por su llegada al trono, ha repetido, entre líneas, una idea que ya destacó la semana pasada en su proclamación en el Congreso: la Constitución no le otorga ningún papel activo para resolver el bloqueo entre la Generalitat y el Gobierno de Mariano Rajoy ante el desafío soberanista. Como Rey, ha dicho, solo puede "transmitir mensajes de respeto, entendimiento y convivencia".

Esos son sus límites pese a que el 'president' Artur Mas espere que Felipe pueda ayudar a encontrar "la solución" a la actual tensión institucional. La petición del dirigente nacionalista, criticada por el PP y el PSOE por considerar que se estarían retrocediendo varias décadas en la historia, hasta un rey preconstitucional, ha sido respondida por el jefe del Estado en la entrega de los premios de la Fundació Príncep de Girona.

Catalunya, la primera

Felipe, que ha diseñado con mucho cuidado la primera semana en el trono, ha querido que Catalunya fuera su primer destino, consciente de que el movimiento independentista es uno de los retos de su reinado. El jefe del Estado ha entregado junto con su esposa, Letizia, los Premios Impulsa en el Palau de Congressos, un acto en el que ha pronunciado un discurso en el que ha dedicado una parte de su mensaje, leído en catalán, a abordar su relación con esta comunidad. Mas no le ha escuchado, porque solo ha acudido a la cena privada posterior con los patronos de la Fundació, pero sí que estaba entre el público el 'conseller' de PresidènciaFrancesc Homs. El 'president' ha saludado con mucha cordialidad a los Monarcas.

Felipe ha recordado la alta frecuencia de sus visitas a la comunidad catalana (la de este jueves ha sido la séptima este año), una relación favorecida precisamente por la Fundació Príncep de Girona, que le ha ayudado a "hacer más presente todavía a la Corona" en Catalunya. Esos desplazamientos, ha dicho el jefe del Estado, le han permitido conocer y comprender mejor "la realidad de esta tierra, el sentir y el pensar de los catalanes", y por ello aprecia con "mayor precisión" lo que comparten con los españoles, pero también su "sello distintivo".

A continuación, ha alabado el "espíritu reflexivo y crítico" y la "mirada hacia el exterior" de sus habitantes, unas cualidades, ha apuntado, que han contribuido "al progreso general de España en su conjunto".

Después de estos mensajes de cordialidad, es cuando el jefe del Estado ha recordado que su tarea se debe limitar a defender el diálogo y la convivencia y pedir "respeto" a unos y a otros. Además, ha puesto de ejemplo a la Fundació Príncep de Girona, en la que colaboran entidades de toda España, para demostrar que "la colaboración sincera y generosa" es la mejor vía para atender las "legítimas aspiraciones" de cada persona y también "para conseguir las grandes metas colectivas en beneficio del bien común".

"Viva el Rey"

Felipe ha querido acabar la alocución con una defensa del catalán --un asunto que obvió en el acto de la proclamación-- y se ha felicitado por la convivencia sin conflicto con el castellano, una fotografía muy diferente a la que hace el Ejecutivo de Rajoy. "Son dos lenguas de las que nos tenemos que sentir muy orgullosos porque enriquecen el patrimonio cultural de toda España", ha declarado. Hacia el final de acto, cuando los Reyes se hacían la foto de familia con los premiados, una persona ha gritado "Visca la terra" y otra le ha contestado con un "Viva el Rey".

Este discurso conciliador del jefe del Estado ha sido consultado, como es habitual, con el Gobierno, que por ahora mantiene una posición muy firme de rechazo a cualquier negociación que incluya la aceptación de ante la consulta soberanista. Rajoy, que pide a Mas que anule la convocatoria del referendo si quiere de verdad sentarse a dialogar, parece que va a cumplir lo que dijo en una conversación con periodistas esta pasada Navidad: "A ver a quién le da más vértigo conforme se vaya acercando el día".

El Rey está teniendo un estreno de reinado complicado, entre el procesamiento de su hermana Cristina y las peticiones de que se implique en el proceso catalán. El relevo en la Corona puede ayudar, según algunos dirigentes de CiU, a que haya un punto de inflexión en la relación con el Ejecutivo central.

Mesa multitudinaria

Tras la entrega de premios, Felipe y Mas han asistido a la cena posterior, en la que se han sentado en una gran mesa ovalada junto con otras 20 personas, entre autoridades, ponentes y premiados. Los Reyes estaban sentados enfrente del 'president', por lo que cualquier conversación tenía que cruzar la mesa. El propio Mas y también Homs ya comentaron la semana pasada que no creían que este foro fuera el mejor lugar para mantener una reunión formal con el nuevo jefe del Estado.

Antes de que se llevara a cabo la ceremonia de entrega de los Premios Impulsa, el Rey ha asistido a la reunión del patronato de la Fundació, en la que ha expresado su voluntad de que la entidad siga trabajando como hasta ahora y continúe llevando a cabo su labor, según ha explicado a los periodistas Mònica Margarit, directora de la institución.

Margarit ha precisado que en la sesión no se ha tratado el cambio de nombre de la fundación después de que Felipe VI haya asumido el título de Rey y tampoco se ha hablado de si el Monarca seguirá presidiéndola mientras su hija Leonor, nueva Princesa de Asturias, sea menor de edad.