PROCESO JUDICIAL POR PRESUNTA MALVERSACIÓN DE FONDOS

El exsocio del Urdangarin dijo al juez que la infanta Cristina también tomaba decisiones

EL PERIÓDICO ha tenido acceso a las declaraciones íntegras de Diego Torres y su mujer

MARISA GOÑÍ / PALMA / J. G. ALBALAT / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"El Instituto Noos tiene un órgano de gobierno, que es la Asamblea General, que está constituida por los socios, y hay cinco socios. Los cinco socios son: Don Iñaki, la Infanta, Don Carlos García Revenga, Don Miguel Tejeiro y yo mismo. Y esa asamblea general lo que hace es elegir un presidente y una junta directiva. La junta directiva está formada por las mismas cinco personas. Los cinco miembros de la junta directiva hacen lo que hace cualquier miembro de cualquier otra asociación profesional, participar en la toma de decisiones, revisar las cuentas, lo que está por Estatutos definido en las funciones de esa Junta". Con esta explicación empezó Diego Torres, exsocio de Iñaki Urdangarin, su declaración el pasado 16 febrero ante el juez de Palma, José Castro, que investiga la presunta malversación de fondos públicos y fraude fiscal. "Todos los miembros de la junta han participado de forma activa en labores del Instituto", añadió.

Esta es las declaraciones íntegras de Diego Torres y la de su esposa, Ana María Tejeiro, a la que ha podido tener acceso este diario. Según el exsocio del duque de Palma la Casa del Rey lo supervisaba todo. Torres optó por tirar de la manta, apoyado en 200 correos que fue leyendo en voz alta. Las andanadas alcanzaron incluso al Rey. Aseguró que intervino para que Urdangarin entrara en la Fundación Laureus, donde la amiga del monarca Corinna Sayn-Wittgenstein ocupaba un puesto directivo. «Como te ha comentado mi suegro, te mando mi currículo», dice una de las misivas que envió el duque de Palma a Corinna, quien, en otro correo, le garantizaba que le conseguiría «un buen sueldo» en la fundación. No es la única referencia al Rey. En otro correo, de Urdangarin a Torres, a propósito de un proyecto fallido relacionado con la Copa América de vela, el duque de Palma escribe: «Lo consultaré con el jefe». «El jefe es el Rey» apostilló en su declaración.

El donde de Fontao

También salió mal parado José Manuel Romero, conde de Fontao y asesor jurídico de la Casa del Rey. Según Torres jamás trasladó a Urdangarin la orden de apartarse de los negocios, sino de que cubriera las apariencias y ocupase posiciones más discretas donde quedara preservada su figura. Es decir, que se ocultara, como hizo después en la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, donde ya no fue presidente, como en Nóos, sino patrono.

De la infanta Cristina dijo que acudía a las reuniones informales y que estaba informada de los asuntos por el propio Urdangarin. Explicó Torres que ambos tenían el despacho uno al lado del otro y que el duque de Palma le comentó en más de una ocasión cómo trasladaba lo que se hacía a la infanta. No obstante, no ofreció ni un dato sobre gestiones que hubiera podido realizar la hija del Rey. En principio, la fiscalía no ve elementos sustanciosos como para citarla a declarar. Torres también denunció que han intentado comprar su silencio. En concreto, se refirió a una reunión en el despacho de su letrado, Manuel González Peeters, en el que el abogado de Urdangarin, Mario Pascual Vives, le ofreció pagarle los honorarios de su defensa y un trabajo en Suramérica. A cambio, debería asumir la culpa de todos los manejos de Nóos. Pascual Vives lo desmintió con un escueto «no» cuando se le preguntó si era verdad.

Torres también puso sobre la mesa correos de Carlos García Revenga, secretario de las infantas y tesorero de Nóos, que declarará mañana como imputado. El exsocio del duque demostrar que García Revenga tenía conocimiento de la actividad de Nóos y desmentir que la Casa del Rey hubiera obligado al duque de Palma a abandonar sus negocios con él.