Barómetro de España del GESOP

Recetas, haberlas haylas

X. B. / J. R.
BARCELONA

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A diferencia de lo que ocurre en ámbitos menos trascendentes, como puede ser el fútbol, en el que cada aficionado aporta una idea propia de cómo resolver determinado problema de su equipo, en política parece que ya está todo inventado. O casi. Las iniciativas para proceder a aquello que se conoce como regenerar la democracia son sabidas de hace años. Tantos como los que hace que se prescinde de ellas.

El barómetro de España del GESOP demuestra una vez más que no faltan ideas, sino quienes las apliquen. Un 78,5% de los españoles cree útil o muy útil aprobar una ley de transparencia; un 75,5% opina lo mismo sobre la reforma del sistema de financiación de los partidos y un 75,8% apuesta por las listas abiertas en las elecciones. Una idea, esta última que, si bien no elimina la sombra de la sospecha en asuntos de corrupción, sí desplaza el centro de gravedad político fuera de las sedes centrales de los partidos. Les quita poder.

En estas tres propuestas, las mayorías a favor son muy amplias entre todos los electorados, lo que contrasta con la nula voluntad que han mostrado hasta el momento los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, cuando han ostentado responsabilidades de gobierno. Ni se ha planteado hasta ahora una ley de transparencia, ni se ha querido tipificar como delito la financiación ilegal de partidos, ni se han abordado cambios en la ley electoral para hacer acercarla más al ciudadano. Algunos grupos han impulsado iniciativas en este sentido, pero se han topado con el veto de populares, socialistas y, en muchas ocasiones, también de CiU.

Otro de los asuntos que causa resquemor en la ciudadanía es la dilación de los procesos judiciales relacionados con las cuitas de las fuerzas políticas. Sirvan como ejemplos los 16 años que ha llevado resolver el caso Pallerols o los años que se suceden sin que se dilucide el caso Palau. Ante estas demoras difíciles de entender, el 76,9% de los encuestados aseveran que sería útil o muy útil que se impusiera un plazo fijo (por ejemplo, un año) para la resolución judicial de los casos de corrupción. La petición es también transversal entre todos los electorados. En todas las iniciativas hasta ahora apuntadas, curiosamente, los que las creen muy útiles superan, incluso, a los que las consideran solo útiles. La tibieza se extingue y aparece la radicalidad, en el buen sentido de la palabra.

Primarias por norma

Ello no ocurre en otras dos propuestas, aunque la suma hace que sean ampliamente apoyadas. Se trata de abrir a la participación ciudadana las comisiones de investigación parlamentarias (suman un asentimiento del 68,5%) y la de obligar por ley a los partidos a realizar primarias para escoger a sus candidatos (64,1%), práctica poco extendida en la actualidad y que redunda en la idea de alejar las decisiones de los aparatos de los partidos.

Casi todos los electorados reclaman primarias, aunque las mayorías no son aplastantes. Los más divididos son los votantes de CiU. Un 48,5% ven poco o nada útil esta medida, mientras que un 42,4% opina que sería bastante o muy útil.