Análisis

El pesimismo generalizado desgasta muy poco al PP

ÀNGELS PONT

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La situación que se refleja en el barómetro de invierno es la que la mayoría constatamos, día a día, en nuestro entorno personal y profesional. Un fuerte pesimismo respecto a la situación económica y una fuerte desconfianza en que esto pueda cambiar a corto plazo. Si bien la mayoría de medidas económicas del Gobierno reciben más críticas que valoraciones favorables, las opiniones de carácter global se encuentran muy divididas entre los que las apoyan y los que muestran su escepticismo.

Se constata una cierta resignación por parte de unos cuantos encuestados, pero también se observan ganas de hacer frente a la situación por parte de otros. La distribución de las opiniones es muy transversal, es decir, relativamente similar en los diferentes segmentos de población. Únicamente las personas de más edad se diferencian notablemente respecto de la media en casi todas las preguntas y son los que, en general, más apoyan las actuaciones que el Ejecutivo ha dado a conocer hasta ahora.

La población de más de 60 años, además de ser un grupo con un porcentaje alto de votantes populares, es también el segmento de población al que, de momento, le ha cambiado menos la vida por la crisis.

Las principales diferencias en las opiniones las marca, lógicamente, el posicionamiento ideológico. Los votantes populares aprueban mayoritariamente la gestión del Gobierno, mientras que entre el resto de electorados las críticas suelen ser más comunes. Sólo entre los votantes de CiU y de UPyD se constata un mayor apoyo a las medidas económicas impulsadas por el PP. Por el contrario, los que siguen al PSOE e IU son los más reacios.

Con este escenario, los cambios en la correlación de fuerzas, tres meses después de las últimas elecciones generales, son escasos. Tampoco parece que los congresos de los dos principales partidos hayan servido para sumar o restar votos a los conseguidos entonces. Aunque las opiniones sobre ambos cónclaves favorecen el PP, pues son más los que creen que ha salido reforzado y con mejor imagen que el PSOE, la estimación electoral repite unos resultados similares a los del pasado 20 de noviembre. Solo se constata un ligero descenso de las expectativas del PP que favorece, sobre todo, a UPyD. El grado de confianza hacia los dos grandes partidos políticos españoles está prácticamente igual al de antes de las elecciones.

En cuanto al liderazgo,Mariano Rajoyretrocede ligeramente yAlfredo Pérez Rubalcabase mantiene. Así pues, tres meses después de los comicios que llevaron a los conservadores a la Moncloa, el PP no ha sufrido prácticamente desgaste y sigue contando con el voto de la mayoría, a pesar de haber tomado un conjunto de decisiones cuestionadas por una buena parte de la opinión pública.