PLENO DE INVESTIDURA EN EL PARLAMENT

Mas llama a Catalunya a iniciar una "transición nacional"

Mas saluda a Montilla al inicio del debate.

Mas saluda a Montilla al inicio del debate. / jmc

JOSE RICO / TONI SUST / Barcelona

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El candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, ha emplazado a Catalunya a iniciar una "transición nacional" similar a la que realizó España después del franquismo. En su intervención en el debate de investidura, ha exhibido el derecho a decidir como eje de esa "transición", aunque lo ha limitado a la consecución de grandes mayorías sociales para evitar una fractura social.

Aunque el líder de CiU no ha dado por perdido el Estatut, ha asegurado que Catalunya debe "forjar su propio camino de futuro". "Igual que España hizo su transición democrática una vez acabada la dictadura, Catalunya debe encarar su transición nacional", ha proclamado Mas, quien de inmediato ha puntualizado que no se refiere a una "revolución", sino a una etapa basada en "grandes consensos interiores".

En esa "transición nacional", Mas no ha evitado situar el "derecho a decidir" en el horizonte del autogobierno catalán. "El derecho a decidir aconseja ejercerse sobre mayorías amplias cualificadas o reforzadas para evitar dividir la sociedad en dos mitades, con el riesgo de fractura social que comporta". Un matiz con el que el candidato trata de alejar cualquier posibilidad de aspirar hoy a la independencia de Catalunya.

El primero gran consenso debe ser, en su opinión, para conseguir un nuevo pactos fiscal. Mas ha modulado un poco más el sistema fiscal que propone al hablar de un acuerdo "inspirado en los modelos de concierto o convenio económicos", es decir, que no ha citado abiertamente el concierto económico. El líder nacionalista ha reiterado que su objetivo es lograr un acuerdo en este sentido en Catalunya durante el 2011 para negociarlo con el Gobierno español que salga de las elecciones generales del 2012, "sea del color que sea".

Austeridad y honestidad

El líder nacionalista ha citado como características de su Ejecutivo "la austeridad, la honestidad, la cohesión, el espíritu de trabajo, el sentido de país y su capacidad de tomar decisiones". Mas ha situado como gran prioridad la recuperación de la economía y ha propuesto un plan para la reactivación y el crecimiento económicos, "consensuado con el resto de partidos y los agentes sociales".

En su discurso, que ha durado una hora y media, ha recetado "moderación fiscal" y se ha comprometido a revisar las subidas de impuestos aprobadas por el tripartito. Además, ha planteado la creación de un sistema de avales públicos dirigidos a las pequeñas y medianas empresas. "El Govern que aspiro a presidir serà business friendly, amigo de la actividad económica, en lugar de un agente que pone trabas y dificultades", ha afirmado.

La educación ha sido el segundo gran eje expuesto por Mas, quien ha asegurado que los padres deben disponer de "mayor libertad" a la hora de elegir el centro educativo de sus hijos, al tiempo que ha calificado de "anacrónico" el debate sobre la titularidad de los colegios, en un claro guiño a la escuela concertada. Esta contemporización con el sector privado se ha repetido en el apartado de sanidad, en el que se ha comprometido a buscar "mejores fórmulas de gestión con independencia de la titularidad del servicio". Acto seguido, ha rechazado implantar un sistema de copago.

Supresión de medidas

Aunque la intervención ha adolecido de compromisos concretos, Mas sí ha avanzado que piensa suprimir dos medidas del Govern tripartito en materia de seguridad: la "limitación horaria indiscriminada" de los 80 km/h en el área de Barcelona y el Codigo de Ética de los Mossos d'Esquadra. Ha prometido modificar la ley de consultas, que CiU rechazó en su día, y desplegar la ley del cine. Ha evitado profundizar, en cambio, sobre qué hará con la ley de veguerías, que también votó en contra.

En la parte más solemne de su parlamento, Mas se ha declarado "heredero" de todos los presidentes de la Generalitat. Al citar a algunos de los últimos presidents, ha definido a José Montilla como "el presidente que ejemplifica el éxito del modelo catalán de integración". De Pasqual Maragall ha dicho que fue "el presidente del nuevo Estatut", y a Jordi Pujol le ha considerado "el constructor de la Catalunya moderna, promotor del respeto y el buen nombre de Catalunya".

En su discurso, Mas ha señalado que afronta la investidura con un sentimiento de gratitud a quienes le votaron el 28-N y sin ningún resentimiento o espíritu de venganza. En este sentido, ha afirmado que aspira a la presidencia de la Generalitat con la "humildad de un simple servidor del país", con "gran sentido de la responsabilidad" por la confianza de los electores y los retos planteados y con la "esperanza en un futuro mejor".

Llamada a la responsabilidad

Ha garantizado que su Govern será de todos los catalanes, apostará por el diálogo y estará abierto a las aportaciones del resto de partidos y de personas destacadas de la sociedad civil catalana. En este sentido, ha anunciado la constitución de dos consejos asesores, uno de economía y otro de sanidad, que, sin retribución alguna, ayudarán al Govern en estos ámbitos. El primer consejo estará presidido por Salvador Alemany, presidente de Abertis y del Cercle d'Economia, y el segundo, por Miquel Vilardell, presidente del Colegio de Médicos de Catalunya.

Con la mente puesta en su proclamación como president en segunda votación, prevista para el jueves, Mas ha hecho una llamada al resto de grupos para que actúen con responsabilidad y faciliten la gobernabilidad del país.

CiU ya tiene asumido que Mas no será elegido en la votación del martes, la primera, en la que es necesaria la mayoría absoluta --CiU tiene 62 escaños, y le harían falta 6 más para obtener la cifra mágica de 68--, pero sí confía en que su líder sea proclamado el jueves 23 de diciembre, en la segunda votación, en la que solo necesitaría mayoría simple y 12 abstenciones por parte de los otros grupos parlamentarios. En estos últimos días, los nacionalistas han estado trabajando para conseguir las abstenciones necesarias y evitar que la investidura se retrase. El PPC y el PSC, que mañana votarán en contra, ya han anunciado que no piensan torpedear la investidura.

Jueves, sesión clave

Tras la intervención de Mas, la sesión se retomará a las 16.00, con las réplicas de PSC, PPC, ICV y ERC. Mañana martes será el turno de Solidaritat Catalana y Ciutadans. CiU cerrará el debate y la votación tendrá lugar, previsiblemente, antes de la hora del almuerzo.

Todos los partidos han descartado votar a favor de la investidura de Mas en la primera vuelta, por lo que salvo sorpresa de última hora el pleno continuará el jueves. Este segundo debate será mucho más corto y durará solo la mañana. El candidato a presidir la Generalitat lo abrirá con una intervención de 20 minutos y luego será el turno del resto de grupos.