ENTREVISTA CON LA PRESIDENTA DEL PARLAMENT

Núria de Gispert: «No todo el mundo necesita un coche oficial en el Parlament»

Felicitación 8 Pujol saluda a De Gispert, que acaba de ser nombrada presidenta del Parlament, ayer.

Felicitación 8 Pujol saluda a De Gispert, que acaba de ser nombrada presidenta del Parlament, ayer.

TONI SUST
BARCELONA

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Después de un día intenso, la nueva presidenta del Parlament, Núria de Gispert (Barcelona, 1949), abandonó ayer la Cámara catalana a las 20.30 horas. La democristiana afronta su último destino político con la voluntad de emprender una política de austeridad que permita reducir el gasto de la institución.

-¿Es el día más emocionante de su carrera política?

-Es un día muy emocionante, sobre todo porque presidir el Parlament y ser la segunda autoridad de Catalunya da mucho respeto, pero también me emocioné mucho cuando fui consellera de Justícia, en 1995. Fue la primera vez que me sentí, entre comillas, importante. Estoy emocionada, feliz, pienso que es un buen final de carrera política.

-¿Le ha dado algún consejo Ernest Benach?

-Estuvimos hablando y hoy, tras el traspaso, más que consejos me ha dicho qué considera él importante, como la relación con otras cámaras del resto de Europa o de España, que hay que mantener. Y otras cosas que no son para explicar.

-Usted formaba parte del último Govern de CiU antes del tripartito. ¿En la federación no queda ánimo de venganza?

-La campaña y la larga precampaña no se plantearon contra el adversario, sino comparando proyectos. No hemos tenido ánimo de venganza y menos ahora. La noche electoral estábamos muy contentos por el resultado de CiU y el incremento de participación, pero ver el resultado del PSC y de ERC no nos alegró: Catalunya es plural, necesita grupos parlamentarios fuertes.

-¿Es la composición de la Mesa lo más plural posible?

-No, es una Mesa que se corresponde con el resultado de las elecciones. En las dos últimas legislaturas, la composición no fue tan equitativa desde el punto de vista de los resultados electorales, y lo digo concretamente por CiU. No hemos querido hacer lo mismo. Hablamos con todos. Podían haber estado ERC y ICV, pero no ha habido esa posibilidad.

-Artur Mas será 'president' en un contexto de crisis y promete austeridad. ¿Hará lo mismo el Parlament?

-Uno de mis proyectos es un plan de austeridad. En el actual contexto, cuando las familias catalanas hace años que se han obligado a ser austeras y muchas personas han perdido el trabajo, no puede ser que las instituciones no hagan lo mismo. No es solo una cuestión económica, es también una exigencia moral. Quiero plantear medidas a la Mesa. Se puede ahorrar.

-¿En qué se puede recortar?

-Por ejemplo, seguro que hay invitaciones a almuerzos o cenas que se pueden evitar. Una partida importante es la de las relaciones públicas y el protocolo: reducir el gasto de la presidencia y la Mesa.

-¿Y los coches oficiales?

-Quiero conocer el parque móvil que hay y creo que no todos necesitan un coche oficial cada día. Es lógico que un coche lleve a un secretario de la Mesa que vive fuera de Barcelona a su casa cuando un pleno acaba tarde por la noche. Pero, normalmente, ¿por qué tienen que tener coche los secretarios? Me lo pregunto. Quiero preguntárselo a ellos. O buscar una alternativa: un coche o dos para los cuatro. No me planteo boutades. Sé que por seguridad no puedo venir cada día en mi Smart, como he hecho estos siete años. Estoy tan acostumbrada que hoy le he dicho adiós a mi coche.

-Usted ha hecho un discurso en defensa de la mujer, ¿no cree que en la toma de decisión de los partidos apenas participan las mujeres?

-En los partidos y la vida política hemos mejorado mucho. Y en el Parlament. No estaba de acuerdo con la ley de paridad, pero a veces no hay más remedio. Lo tenemos que hacer por los hombres y las mujeres. No me gusta, pero ha funcionado. Donde no hemos mejorado es en el espacio privado empresarial, social, cultural. Y se debería. Algunos partidos se han puesto las pilas, pero falta la igualdad real.

-¿Irá usted al palco del Barça?

-Soy socia del club pero tengo un problema enorme: soy tan trabajadora y exigente conmigo misma que a las ocho de la noche estoy agotada y no tengo tiempo de ir al Barça, o al Liceo, o al teatro. Al Barça iré algún día, pero no al palco. Iré a mi sitio y en el descanso iré a saludar a las autoridades. Soy del Barça, pero no soy forofa.