Las escuelas catalanas deberán dar tres horas semanales en castellano

ANTONIO M. YAGÜE / MADRID / ERNEST ALÓS / BARCELONA

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Tras un largo debate sobre el mantenimiento de la asignaturas de Religión y la nueva Educación para la Ciudadanía, el Gobierno aprobó ayer el decreto que reforma las enseñanzas de la educación primaria (de los 6 a los 11 años). El texto ha limado los puntos que irritaron a la Iglesia católica, como las referencias al matrimonio gay, e introduce cambios para mejorar las competencias básicas, como la obligación de que haya 30 minutos diarios de lectura. Pero además afectará al número de clases de y en castellano que se imparten en Catalunya. El último párrafo de los 118 folios del decreto y sus anexos implica que las clases de o en castellano deberán ser al menos tres a la semana, cuando hoy en la mayoría de centros catalanes se limitan a ofrecer dos horas semanales.

En la actualidad, las escuelas catalanas --con pequeñas variaciones según el curso-- podrían planificar tres horas semanales de lengua catalana y tres de lengua castellana. Sin embargo, la mayoría acaban programando cuatro de la primera y dos de la segunda. Este trasvase, previsto en la normativa catalana pero no en la española, es posible si el tiempo que dedican ambas asignaturas a estructuras lingüísticas comunes (el alfabeto, qué es un verbo o el predicado) se suma para evitar repeticiones y se imparte solo en catalán.

El decreto consagra esta práctica pero el Ministerio de Educación quiere impedir que acabe restando horas de castellano. Por ello establece que, cuando las estructuras comunes se impartan en otro idioma, "deberá garantizarse que el alumnado recibe enseñanzas de lengua y literatura castellana o en lengua castellana en un número de horas no inferior al que corresponda". Es decir, las cuatro semanales del conjunto de España menos la que permite deducir para encajar el catalán.

En la práctica esto puede suponer, cuando la Generalitat concrete el decreto, cuatro clases de lengua catalana, dos de castellana y otra de una asignatura impartida en castellano (lo que permitiría no reducir el horario de catalán). Aunque también sería posible un tres más tres (con una restricción del catalán difícil de explicar) o un cuatro más tres (un exceso de horas de lengua que dificultaría cuadrar horarios).

ACEPTACIÓN CRÍTICA

El Departament d'Educació de la Generalitat solo respondió ayer mediante un comunicado que valora que el decreto refuerce "el objetivo de alcanzar la competencia lingüística en tres lenguas previsto en el Estatut" y "avale" su política respecto a las "estructuras comunes", aunque lamenta que los contenidos fijados sean "excesivamente extensos y detallados, hecho que puede dificultar el despliegue posterior". Educació también critica el mantenimiento de la asignatura de Religión porque "puede convertirse en un elemento de división del alumnado", aunque advierte que respetará la legalidad.

Más allá de esta consecuencia inesperada, el decreto intenta reforzar, más que el listado de contenidos, los recursos para conseguir que los alumnos adquieran las competencias básicas. Básicamente para solucionar el déficit en comprensión lectora, matemáticas e inglés detectado entre los escolares españoles. Los alumnos tendrán 45 horas más en estas materias en toda la etapa y además deberán dedicar un mínimo de 30 minutos diarios a la lectura en clase, en cualquier asignatura.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, recordó que el decreto ha seguido el "principio esencial" de la "igualdad básica de todos los niños españoles" para asegurar una formación común "a todos" dentro del sistema. La propuesta de mínimos del Gobierno deberá ser completada por las comunidades autónomas, según el porcentaje de que disponen. Las que cuentan con lengua cooficial podrán administrar el 45% del horario y las que no la tienen, el 35%.

Los alumnos de primaria tendrán como mínimo 560 horas de Matemáticas (45 más que ahora), 385 horas de Lengua Extranjera (otras 45 más), 875 de castellano (25 menos que ahora) y 50 de la nueva materia de Educación para la Ciudadanía, que se impartirá solo en quinto o sexto. Pierden horas Conocimiento del Medio (25 horas), Educación Artística (35) y Educación Física (35).

SEGUIMIENTO PERSONALIZADO De la Vega destacó que la LOE contempla el "seguimiento personalizado" de los menores, que "se plasmará con un diagnóstico, a los 9 años, con carácter orientador". Los alumnos que no alcancen los objetivos solo pasarán a la ESO si antes se han apurado los recursos existentes para recuperar su nivel: un plan de atención invidividualizada y repetir un curso. Asimismo, el alumnado inmigrante recién llegado con "carencias" de dominio de la lengua deberá tener una atención específica pero compartiendo "el mayor tiempo posible" con el resto de la clase. Quien manifieste un "desfase" grave podrá entrar en un curso inferior al que le correspondería por edad.