Empleo, encuestas e independencia

El Gobierno revisará al alza el crecimiento de la economía española en el 2018 unas dos décimas, según anunció este pasado viernes el presidente Mariano Rajoy. Por lo que se ve, el efecto económico negativo del 'procés' no está siendo tan fuerte como vaticinaron muchos, aunque siempre se pueden retorcer las estadísticas en un sentido o en otro, según convenga. Ese mismo día se hicieron públicas las cifras del paro registradoparo registrado en las oficinas de empleo correspondientes al mes de enero y, oh sorpresa, resultó que el desempleo se incremento más del doble en la Comunidad de Madrid que en Catalunya: en la primera autonomía se registraron 11.766 parados más, con un aumento mensual del 3,18%, mientras que en la catalana la cifra se aumentó en 4.848 personas, el 1,16%. En el acumulado de un año, la reducción de paro registrado en Catalunya fue de 31.037 personas, ligeramente por debajo de los 33.302 de Madrid.

Según el periodo se utilice para valorar la evolución de este indicador económico, Catalunya sale bien o mal parada. Evidentemente, al Gobierno central le interesó utilizar las cifras anuales. Incluso en la referencia oficial de las cifras del Servicio Público de Empleo esta vez no se citaba a Catalunya, ni para lo bueno ni para lo malo. Había que consultar las estadísticas pormenorizadas para poder comprobar que en el primer mes del año, el 'procés' pesó menos que otras circunstancias, ya que en otras autonomías que no viven con esta tensión política, el paro aumentó más que en la autonomía catalana. Castilla-La Mancha, por ejemplo, incrementó en 8.149 la lista de parados, el 4,5% más en un mes, aunque en el conjunto de un año lo ha reducido el 7,27%. 

Al margen de debates que vinculan la pugna política por la independencia y el empleo, los últimos datos de afiliaciones a la Seguridad Social constatan la dura realidad del tipo de ocupación que se está creando, con una temporalidad exagerada. La contratación se limita cada vez más a los días concretos de trabajo, es decir, solo de lunes a viernes en muchos casos. Lo demuestra el hecho de que todos los viernes hay más bajas que altas, mientras que los lunes sucede lo contrario. O el curioso dato de la elevada cifra de despidos registrados el día 2 de enero, justo después de la campaña comercial navideña, sin tregua. Aunque la palma se la llevó el 31 de enero, cuando las afiliaciones a la Seguridad Social registraron con 48.705 altas, frente a 169.493 bajas la misma jornada, lo que supuso una variación neta de 120.788 afiliados menos.

Con estas cifras, es lógico que los sindicatos adviertan contra el "triunfalismo" del Gobierno y exijan un verdadero plan para combatir el paro, la precariedad y la desigualdad. Ya va siendo hora de que los anuncios se concreten en algunas medidas reales y efectivas.