Las consecuencias de la acogida de refugiados

Ciudades desbordadas

Ammán, que ha duplicado su población desde el 2011, es una nueva ciudad prioritaria de la cooperación 'city to city' de Barcelona

Angelina Jolie en el campo de refugiados de Azraq

Angelina Jolie en el campo de refugiados de Azraq / periodico

DAVID LLISTAR CATALÀ

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Las ciudades árabes del arco mediterráneo no destacan por su orden ni planificación urbana. Han crecido muy rápidamente durante las últimas décadas. Pero hay momentos en la historia en los que las previsiones -por pocas que sean- saltan por los aires. Ciudades próximas a países en guerra han visto multiplicar el número de residentes por la llegada desesperada de grandes cifras de individuos y familias que escapan del fuego cruzado. Tres países forman la primera división del apoyo a los refugiados sirios: Líbano, Jordania y Turquía. Europa juega en segunda división y algunos gobiernos como el español observan el espectáculo desde un plasma sin mover un dedo.

Un ejemplo es la ciudad de Ammán, que acabamos de visitar, capital de Jordania, y completamente interceptada por varias guerras regionales y por las diásporas asociadas de solicitantes de refugio. En Ammán con 4,5 millones de habitantes, viven refugiados palestinos, iraquís, yemenís, libios y sirios, combinados con inmigrantes económicos egipcios, bangladesís y filipinos. De hecho, Jordania carga con un 30% extra de población, correspondiente a la población refugiada en el país, algunos en campos, y aquellos que pueden, una mayoría, se encuentran concentrados en la capital. Según el Ammán Urban Observatory, la ciudad ha duplicado su población desde 2011 (2.270.000 habitantes) y soporta la mitad de la población extranjera. Como si Barcelona tuviera que acomodar a 600.000 nuevos vecinos en cinco años.

El desbordamiento se manifiesta de múltiples maneras: imposibilidad del tratamiento de residuos, incremento del precio de la vivienda, descenso de los salarios, militarización del espacio público o una enorme presión sobre los servicios sociales, educativos y sanitarios, por citar solo algunas. El alcalde de la ciudad de Mafraq, capital del departamento con mayor frontera con Siria, nos lo detallaba minuciosamente: las escuelas tienen que operar ahora con 60 niños y niñas por clase y en doble turno, el paro se ha disparado entre los jordanos porque los sirios trabajan por menos, hay agravios entre poblaciones vulnerables porque los sirios tienen acceso a ayuda internacional y los jordanos no... y así toda una serie de disfunciones urbanas.

Las verdaderas ciudades refugio

Este fenómeno se repite en lugares como Trípoli, Beirut, ciudades libanesas. Y en las turcas. En Europa también hay, destacando Atenas. Son «ciudades desbordadas». Las verdaderas ciudades refugio. Algunas de ellas con campos de refugiados en algunos de sus barrios.

Jordania se ha mostrado tradicionalmente abierta a la acogida de refugiados. Los alcaldes se enorgullecen de ofrecer el mismo trato a jordanos que a sirios. El país, dirigido por una monarquía relativamente liberal, ha sido tradicionalmente refugio regional y operador humanitario a gran escala de la comunidad internacional en la región. Campos de refugiados jordanos como Azraq (37.000) o Zaatari (87.000) están participados por una extensa lista de agencias humanitarias de gobiernos y ONG de todo el mundo donde tienen sede. Una de cal y una de arena, porque es el país aliado tradicional de los Estados Unidos, Reino Unido e Israel, a pesar de que la población sea propalestina. Se resigna a la ocupación israelí, fue y sigue siendo plataforma militar de los aliados para operar (y atacar) sobre Irak y Siria, y es sumisa a Arabia Saudí, en su cruenta ofensiva contra el Yemen. Un país que aparte del turismo no tiene ni industria, ni a duras penas agricultura, ni recursos naturales (salvo fosfatos) y posiblemente tenga que ser dócil a los poderes regionales.

Apoyo de Barcelona a la Gran Municipalidad de Ammán

Ciudades como Barcelona, por fortuna alejadas de la tragedia de la guerra, somos conscientes del ejemplo humanitario que nos dan las ciudades desbordadas como Ammán. Seguiremos denunciando la insolidaria política del Gobierno español y de la Unión Europea hacia la región. Pero nos queda superar el bloqueo desplegando diversos esfuerzos bajo el principio de «ayudar a los que ayudan». Con este planteamiento el Ayuntamiento y la comunidad de organizaciones sociales de la ciudad de Barcelona iniciamos una vía prioritaria con ciudades desbordadas. El Ayuntamiento dará cobertura a la petición de la Gran Municipalidad de Ammán, ciudad con un entorno imposible para alguien en silla de ruedas, y que necesita acompañamiento técnico en accesibilidad y planificación del espacio público (Barcelona es un referente internacional con el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad como pieza fundamental).

Varias delegaciones de técnicos de Ammán ya han viajado a Barcelona e incluso han producido dos breves reportajes explicando lo que podría mejorar Ammán, readaptando fórmulas que en Barcelona han permitido a las personas con discapacidad disfrutar de la ciudad igual que el resto. Una nueva ciudad prioritaria de la cooperación city to city de Barcelona que esperamos que dé lo mejor desde ambas partes.