ANÁLISIS

Rentas mínimas en España: esperando a Godot

Hay consenso, pero no compromiso para proteger adecuadamente a los hogares más pobres

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GABY JORQUERA

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España, junto con Italia, es el país en el que las prestaciones tienen un menor impacto en la reducción de la desigualdad, el que menos ayuda a los hogares con rentas más bajas, según el informe que acaba de publicar la Comisión Europea, Report on Public Finances in EMU.

El sistema de garantía de ingresos es lo que debería asegurar un nivel adecuado de rentas a quienes no pueden obtener ingresos por salario. Es una compleja red de prestaciones contributivas y no contributivas, cuyo último nivel lo forman las rentas mínimas autonómicas, la política social más directamente enfocada a la asistencia de las personas en pobreza severa. Son una parte pequeña del sistema de garantía de ingresos -6% del gasto total- que juega un papel fundamental: son el último recurso disponible para quienes han agotado todas las ayudas contributivas.

Las rentas mínimas acusaron, desde inicios de la crisis, una demanda creciente de quienes habían agotado las prestaciones y no conseguían volver al mercado laboral. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, desde el año 2002 hasta el 2015 el número de beneficiarios ha pasado de 322.319 a 789.672, y el gasto de 250,7 millones a 1.359,6 millones de euros. Sin embargo, este importante aumento no ha sido suficienteel sistema de rentas mínimas no llega ni a la mitad de los hogares sin ingresos. Las rentas mínimas, en l mayoría de las Comunidades Autónomas, protegen poco –por sus bajas cuantías-, y protegen a pocos.

Creación de un marco europeo

Desde Europa la presión para la mejora de los sistemas de rentas mínimas de los estados miembros ha subido de intensidad. Se ha recogido como derecho en el Pilar Social y el Parlamento Europeo ha aprobado la creación de un marco europeo de rentas mínimas. La Comisión Europea, cada año, recomienda al Estado español abordar las disparidades regionales en los regímenes de garantía de ingresos y mejorar el apoyo familiar. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha hecho una revisión exhaustiva de los Sistemas de Ingresos Mínimos de España, cuyas conclusiones esperamos conocer pronto. 

Todo indica que hay un amplio consenso para mejorar las rentas mínimas. Cabe preguntarse entonces por qué no estamos presenciando la reforma del sistema en aquellos asuntos en los que hay acuerdo y evidencia que se debe mejorar: (1) adecuación –cuantías suficientes para garantizar un nivel de vida digno y evitar la pobreza, especialmente en hogares con hijos/as a cargo, que presentan las mayores brechas-, (2) cobertura –aumentar la proporción de personas en situación de pobreza severa que acceden al sistema-  y (3) la armonización del sistema, tanto entre la parte contributiva como no contributiva, como entre las distintas comunidades autónomas.

Hay consenso, pero no compromiso. Lamentablemente, el puro consenso no logrará que el actual sistema haga lo que se supone que debe hacer: proteger adecuadamente a los hogares más pobres y aliviar las formas más severas de pobreza.