Una de las mejores democracias

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Joaquim Coll

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Una cosa es tener que sufrir a uno de los gobiernos más incompetentes desde 1977, el de Mariano Rajoy no solo carece de imaginación e iniciativa, sino que actúa con gandulería e indolencia; y otra creer que la democracia en España es de baja calidad. Los separatistas y la izquierda podemita afirman que vivimos poco menos que en la Turquía de Erdogan. Sin embargo, el prestigioso anuario que mide las libertades y la salud de la democracia en el mundo, editado desde 1972 por la prestigiosa Freedom House, sitúa a nuestro país en la avanzadilla, con 94 puntos sobre 100, empatando con Alemania o Reino Unido. El informe evalúa una serie de factores, como la garantía de elecciones libres y justas, los derechos de las minorías, la libertad de prensa, el Estado de derecho, el asociacionismo, los derechos individuales o la independencia judicial. Arriba del todo están Finlandia, Suecia y Noruega, pero por detrás de España se sitúan Francia (90) e Italia (89). Los países donde la libertades significativamente más retroceden en 2017 son Hungría (72), Polonia (85) y Estados Unidos (86), mientras Turquía (32) pasa a engrosar las lista de regímenes autoritarios, al igual que Venezuela, China o Rusia.

Dicho esto, se puede ser todo lo crítico que queramos con el ministro Juan Ignacio Zoido por la actuación policial del 1-O. En su intervención del jueves en el Senado, hizo bien en elogiar el trabajo de los agentes porque, en realidad, el fracaso fue más político que policial. Si tuviéramos un Gobierno serio el titular de Interior hubiera sido cesado inmediatamente. El uso de la fuerza fue excesivo en algunos sitios y tampoco logró cumplir el mandato judicial de evitar el referéndum ilegal. Regaló las imágenes que los independentistas soñaban y dañó la imagen internacional de España. Pero el 1-O no iba de democracia, sino de desafiar al Estado para forzar una secesión unilateral contra la voluntad de la mayoría de los catalanes. Por eso, en Europa nadie habla de "presos políticos" y, pese a todo, los expertos siguen afirmando que vivimos en una de las mejores democracias del mundo.