OPINIÓN

El misterio Mahrez

Resulta difícil comprender por qué los grandes de la Premier no apuestan por el fichaje de un talento tan desequilibrante como el argelino

Riyad Mahrez celebra un gol ante el Swansea en la jornada del domingo pasado

Riyad Mahrez celebra un gol ante el Swansea en la jornada del domingo pasado / periodico

Axel Torres

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En un mercado en el que los precios cada vez están menos relacionados con el rendimiento actual y con la calidad probada -se paga por lo que se cree que llegarán a ser algunos jugadores más que por lo que son-, resulta difícil comprender por qué Ryad Mahrez sigue en el Leicester City. Sobre todo si tenemos en cuenta que el campeón de la Premier del 2016 no ha rechazado traspasarlo declarándolo intransferible: simplemente nadie ha puesto el dinero que el club de las Midlands ha pedido, unos 45 millones de euros. Una cantidad asequible para cualquier grande de Inglaterra, donde ya se está pagando casi el doble por un defensa central que está lejos de ser uno de los mejores del mundo (Van Dijk).

¿Quizá los dirigentes deportivos de los gigantes piensan que Mahrez fue el típico 'one-season wonder' (un jugador que se sale una temporada y nunca más vuelve a acercarse a ese nivel)? Si lo creían, el argelino les está dando motivos para reconsiderar esa posición. En lo que llevamos de Premier League ha anotado ya siete goles y ha dado siete asistencias. Si mantuviera este mismo promedio de aquí al final de la campaña, acabaría el presente ejercicio cerca de su cifra anotadora de la temporada en la que el Leicester ganó la liga (entonces marcó 17 tantos) y superaría el número de asistencias que registró entonces (11).

Las sensaciones que está transmitiendo son muy parecidas a las del año en el que fue elegido mejor jugador de la Premier League: gana partidos con su capacidad para inventar y desbloquea situaciones atascadas gracias a la precisión exquisita de su maravilloso pie izquierdo. Y lo está haciendo otra vez con regularidad, alejando los fantasmas del curso pasado, cuando pareció desconectarse al ver que su equipo no era el mismo y la frustración por no haber fichado por un grande le afectó en exceso. Pero incluso entonces brilló en la Champions, sabiéndose en el escaparate.

La principal apuesta

En este mercado invernal, su nombre se asocia sobre todo al Liverpool y al Arsenal. Pero más como alternativa que como apuesta principal. Ambos clubs persiguen también al fantástico Thomas Lemar, del Mónaco. Y transmiten la sensación de que sólo irán a por Mahrez si no pueden fichar al francés. Es verdad que Lemar demostró en la Champions que está más que preparado para el máximo nivel, pero llama la atención la diferencia entre lo que estos equipos están dispuestos a pagar por él (cerca de 90 millones) y lo que les ha costado hasta ahora poner la mitad encima de la mesa para llevarse a Mahrez.

Es verdad que Lemar juega en la otra banda y que parece razonable que el Liverpool se pregunte si Mahrez Salah encajarían en un mismo equipo –ambos son zurdos, parten desde la derecha y suelen buscar diagonales hacia dentro conduciendo con la pelota pegada al pie-. Pero, ¿y el Arsenal? Ante la perspectiva de que Alexis Sánchez Mesut Özil acaben marchándose, ¿encontrará Wenger a un talento tan desequilibrante en tres cuartos de campo a un precio tan asumible?