Tú y yo somos tres

Pactos surrealistas para llegar a ser feliz

Pactos surrealistas para llegar a ser feliz

Samanta Villar, con Erik Putzbach y Rafael de Marchena, en Cuatro.  / periodico

Ferran Monegal

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En Preguntes freqüents (TV-3) Ricard Ustrell le ha preguntado a <b>Pilar Abel</b>«Para ti ¿qué es Catalunya?». Y ella ha contestado: «¡Surrealista!». O sea que a lo mejor sí que Pilar es hija del genio del surrealismo Salvador Dalí. En el plató, Ustrell siguió preguntando: «¿Alguno sabe quién presidirá la Generalitat?». Y aunque todos coincidieron («¡Un independentista!») nuestro compañero <b>Luis Mauri</b> repreguntó: «Sí, ¿pero cuál de ellos?».

¡Ahh! Seguimos en el surrealismo de Dalí. Efectivamente. ¿Cuál de ellos, cuál de ellas, y cuántos presidents entre todos?, podríamos añadir. Porque, en el cara a cara que protagonizaron luego Josep Rull (JxCat) y Carles Mundó (ERC) coincidieron en que el president será Puigdemont. Pero se deslizaron diferencias sugestivas. No quedó claro que si Puigdemont se queda en Bruselas como president a distancia, Oriol Junqueras -si sale de la cárcel- sería president executiu.

Más aún: si Junqueras no sale de la cárcel, ¿pondrán de presidenta bis a Elsa Artadi (PDeCAT) o a Marta Rovira (ERC)? ¡Ahh! Qué paisaje: un president en el exilio y un president o presidenta bis, y quizá de otro partido, en el Palau de la Generalitat. Hombre, seguro que Dalí hubiese disfrutado pintando este cuadro tan surrealista.

A la vista de este laberinto quizá todos deberían tomar nota del caso de Erik Putzbach, luminosa criatura de 37 años, residente en Sitges, que ha llegado a un pacto de amor con su novio Rafael de Marchena, de 85 años, multimillonario y residente en Hollywood. Este tema lo vienen exprimiendo desde hace semanas en el Deluxe (Tele 5). 

Samanta Villar (Cuatro) también lo rebañó el otro día cuando se preguntaba ¿cómo conseguir la felicidad? Samanta quedó subyugada ante el caso de Erik y Rafael. Puede parecer una situación bastante surrealista este amor de un octogenario con un treintañero. Pero, gracias a sus multiples apariciones televisivas, hemos podido comprender cómo han resuelto su propio laberinto. Han llegado a un pacto de equilibrio. El amor, y la poderosa herencia multimillonaria, se han fundido.

¡Ahh! Los dos han alcanzado la felicidad más absoluta. Bien mirado, es un pacto que resuelve una situación imposible. Tomen nota los de JxCat y ERC. Si hay poder a repartir, el amor, o algo parecido, llegará enseguida. Como decía Salvador Dalí«Todo ser humano tiene derecho a su propia locura».