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Sólido, liquido y gaseoso

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Mikel Lejarza

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Robert McKee, autor del libro más utilizado por todo aspirante a guionista, 'El guion', escribió que «Los personajes no son seres humanos, porque son obras de arte, metáforas de la naturaleza». Cierto, pero también son lo imprescindible de todo relato y es su dimensión la que da o quita el carácter definitivo a las historias. La primera temporada de 'The Crown' deslumbró por su cuidada y costosa producción, que resaltaba la mezcla casi perfecta de culebrón real con tramas políticas, hasta dotar a la serie creada por Peter Morgan de un concepto y una estética únicos. El truco eran tan perfecto, que lograba convertir a la familia más antipática del globo, los Windsor, en interesante y a ratos en entrañable; y a la historia del reino Unido en la de todos nosotros.

Pero en la segunda temporada ha desaparecido el efecto novedoso y los personajes principales tienen mucho menos atractivo. Al arrogante, carismático e imprescindible Churchill, le sucedió su protegido, el débil, acomplejado y ambicioso  Anthony Eden. Cuentan que las últimas palabras del anciano Churchill antes de morir fueron: "¡Es todo tan aburrido!", y podrían servir para definir la segunda temporada de esta lujosa serie en la que el protagonismo se lo lleva el tedioso e inútil Duque de Edimburgo; la caprichosa Princesa Margarita y la soledad en Palacio de una reina cada día más aburrida de todo y todos.

En 'The Crown',En 'The Crown', habrá que esperar a que aparezcan  Lady Di y Margareth Tatcher, a ver si se anima

r No es culpa de los guionistas , la historia fue así , pero desaparecido del epicentro del relato el magnífico y consistente sir Winston, el resto de los personajes aparecen como esos líquidos sin forma alguna que adquieren el aspecto de la botella que los recoge . El resultado es un vino sin gracia en botella de diseño. Habrá que esperar a que Margaret Thatcher y Lady Di aparezcan por palacio en las próximas temporadas para ver si la cosa se anima .

Peor aún es 'Knightfal', que entre nosotros emite HBO. Basta con ver el festival de malos efectos visuales con el que se inicia y su escasa credibilidad histórica, para comprobar que estamos ante un producto gaseoso que pretende vivir del éxito de otras sagas. Aquí se intenta una versión de lo que es 'Vikingos' sustituyéndolos por caballeros templarios, pero todo es humo y artificio sin gracia.

 'Bosch', basada en las novelas de Michael Connelly,es una serie sin glamur,pero sólida como un roble

Si buscan algo más sólido acudan a la serie más vista de la plataforma Amazon que lleva ya tres temporadas y rueda actualmente la cuarta. Basada en las novelas escritas por <b>Michael Connelly</b>, 'Bosch' es un policía de ficción que vive solo, escucha únicamente música jazz del siglo pasado, rara vez lleva chaqueta, sonríe poco, come en malos restaurantes, no es guapo , ni elegante, conduce coches sucios, tiene pocos amigos, aborrece el postureo y la única persona que le importa verdaderamente es su hija. Una serie sin el glamur, ni el 'marketing' de otras, pero sólida como un roble.

No estará nunca de moda, ni tendrá fans enloquecidos, pero 'Bosch', la serie y el personaje, prometen y hacen lo que hay que hacer, no se amoldan a las circunstancias, resuelven. Si las historias nos aprovisionan para vivir, 'The Crown' y 'Knighfall' han sido creadas para escapar de la vida, y 'Bosch', para encontrarla.