Cuatro grandes y dos petardos

Pep Guardiola celebra el triunfo frente al Swansea

Pep Guardiola celebra el triunfo frente al Swansea / periodico

Antonio Bigatà

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Cuatro grandes equipos mandan con claridad las principales ligas: Manchester City, Barça, Paris SG y Bayern de Munich. Posiblemente en ese orden por la claridad de su dominio en los campeonatos, la superioridad táctica y el estado de forma de sus individualidades. Dos de ellos, el líder francés y el alemán, disputan campeonatos menores fáciles para ellos  y por eso viven sólo para la Champions. En cambio, antes de empezar la Premier y la Liga parecían muy abiertas y sin favoritos tan claros como los que tienen ahora ya. Ese panorama visto desde Barcelona es una gozada. En los dos campeonatos mayores la escuela catalana gana por 2-0 con Pep y Valverde. Y quienes añoran pero no consiguen odiar a Neymar llevan en su cuenta un 3-1 sobre 4. 

La gran lección es que casi todos los grandes equipos europeos juegan fútboles derivados del que impuso el gran Barça. Y los cuatro grandes equipos  todavía tienen margen para crecer. El City se robustece a medida que pasan las jornadas. Guardiola leyó bien las insuficiencias de su año experimental, retocó poco y bien la plantilla fortaleciendo las bandas y ratificando la confianza en el eje Otamendi / Fernandinho / De Bruyne / Silva y Leroy Sané.  Cada semana es un espectáculo verles salir a recoger los tres puntos. Con más toque que ningún otro equipo británico, con espíritu más ofensivo, y con tanta intensidad como los equipos aguerridos que luchan para no descender.

La superioridad del Barça, por el contrario, ha llegado por sorpresa.  Tras la salida de Neymar y la incapacidad para reforzarse con lo que deseaba, vive del realismo. Aprovecha megacracks para compactar un juego casi obrero de objetivo único: acompañar a Messi a conseguir las victorias. Y le ha explotado a favor Ter Stegen, que ya es el mejor cancerbero del mundo.  ¿Con eso se puede llegar muy lejos? ¿Cómo le afectará la incorporación de Dembelé y los cambios posicionales que tendrá que ensayar si logra algún fichaje?. Son nuevas incógnitas. Pero en Barcelona existe una gran novedad: hay confianza popular en el ingenio de Valverde.

Los titubeos de Zidane

El cuadro de honor europeo tiene dos enormes decepciones que también nos complacen: Manchester United y Real Madrid. Mourinho de momento se la está pegando con el presupuesto más alto de la historia de su club. Para mantener protagonismo ha de pelearse en plan barriobajero para tapar lo de que su equipo juega mal pese a alinear hombres muy buenos. Todavía son más esperanzadores los temblores del Real Madrid, con demasiados jugadores de 30 años que rinden erráticamente. Zidane titubea con los refrescos , y cuando Modric ya no consigue llevar la batuta -o cuando se la quita Isco en su afán por desempeñar simultáneamente todos los protagonismos- es un equipo desgobernado. Gana más partidos de milagro y por su desproporcionada pegada  que por buen juego. Es fantástico pensar en que Florentino, que no es tonto, debe saber que éste es el último año de una etapa y que por fin tendrá que hablar claro con ese hortera que se le parece tanto y se llama Cristiano Ronaldo.

Ahora lo más urgente es que mientras el Barça sigue creciendo Neymar nos haga el favor que nos debe. La eliminatoria de Champions entre el PSG y el Madrid tendría que marcar a fuego, y a favor nuestro, la temporada. El eslógan de la primavera puede ser Al Chelsea dando con el Madrid tomando.  Neymar, ¿nos volverás a decepcionar?