Ventana de socorro
Quiero ser manitas
La obsolescencia programada es una conjura diabólica. No concibo cómo es legal
Ángeles González-Sinde
Escritora y guionista.
ÁNGELES GONZÁLEZ-SINDE
Bah, si es un momento. Corres a por el martillo y esa cajita donde tienes preparadas hembrillas y alcayatas, además de un magnífico invento para torpes llamado cuelgafácil. Agarras los cuadros que llevan meses estorbando en el suelo. Hoy es el día, mejor estarán en la pared. Los colgarás en un pispás. Pero sin comerlo ni beberlo, el pispás se convierte en una hora de reloj. Que si está torcido. Que si mejor rectifico las hembrillas, no voy a hacer otro agujero en la pared. Que si he calculado mal (más bien no has calculado) y lo he pegado demasiado al enchufe. Que si vaya efecto más raro hace. Que si entonces muevo este otro para equilibrar. Cuando te das por vencido y asumes que tu impericia supera tu voluntad, sales del cuarto cerrando la puerta tras de ti e intentas olvidar la tragedia.
Una de mis mayores taras es no ser capaz de manejar la taladradora para hacer agujeros en la pared. Como Blanche en Un tranvía llamado deseo, dependo de la caridad de desconocidos, parientes y amigos para colgar lámparas, poner barras de cortinas, instalar nuevos enchufes, cambiar un grifo. Hacer bricolaje es mi sueño. Otros tienen fantasías eróticas. Yo fantaseo con una caja de herramientas y donde pongo el ojo, poner la tuerca. Detesto desprenderme de una plancha, una batidora, un exprimidor. Tirar un aparato es para mí una derrota.
Con esa configuración mental, para mí la obsolescencia programada es una conjura diabólica. No concibo cómo es legal. Ante mi móvil, mi fantasía se detiene. Si el teléfono empieza a fallar, no hay cuelgafácil que valga. Los fabricantes de tecnología han conseguido una prebenda que nadie más disfruta: pueden vender productos carísimos que durarán poco tiempo. Un móvil con tres años ya es una antigualla. Igual ocurre con routers, tablets y ordenadores. Pero todo se lo consentimos. Somos devotos de la Diosa Tecnología y tragamos con lo que nos echen, pagando sin rechistar. Pero yo no. Yo sigo soñando con ser manitas algún día y reparar el mundo.
- García-Castellón y Gadea dejarán sus plazas en la Audiencia Nacional y Pedraz sopesa hacerse con el juzgado del Tsunami, por Ernesto Ekaizer
- El invierno vuelve por Sant Jordi: los meteorólogos alertan del fenómeno que nos espera la próxima semana en Catalunya
- Airbnb aconseja a los propietarios que no anuncien las piscinas en sus alojamientos turísticos
- Barcelona, “decepcionada” y “preocupada” por que la Generalitat anuncie una desalinizadora flotante en el puerto sin avisarle
- Vuelve Moisés a Pasapalabra: el concursante desvela los problemas que sufrió en el pasado y por los que tuvo que abandonar el programa
- DANA a la vista: estas serán las zonas más afectadas
- El presidente del PP de Esplugues coló durante años facturas personales como gastos del partido para pagarlas con dinero público
- La tiña se expande en Catalunya entre los adolescentes que se rasuran asiduamente la nuca en las barberías 'low cost