Tres voces mestizas

Lila Downs, Lhasa de Sela y Kevin Johansen son autores de canciones muy distintos unidos conceptualmente unidos en mi mente

A la izquierda, el guitarrista y cantante Richard Hawley. A la derecha, la artista mexicana Lila Downs.

A la izquierda, el guitarrista y cantante Richard Hawley. A la derecha, la artista mexicana Lila Downs.

Ramón de España

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Lila Downs, Lhasa de Sela, Lhasa de SelaKevin Johansen… Los descubrí a los tres por la misma época, a finales de los noventa, y sus discos me han acompañado desde entonces, aunque la carrera de la pobre Lhasa terminó abruptamente en 2010 con su fallecimiento por cáncer de mama. Son tres autores de canciones muy distintos, pero los mantengo conceptualmente unidos en mi mente, tal vez porque los tres comparten un cierto origen como personas de culturas mezcladas a causa del origen paterno: padre gringo y madre hispana en todos los casos (mexicana para Lila y Lhasa y argentina para el señor Johansen).

Lhasa era la melancolía hecha canción, una habilidad para convertir la tristeza en belleza como yo solo había encontrado hasta entonces en Nick Drake, que también murió muy joven. Kevin es, básicamente, un humorista cuyas canciones -desde su primer y absurdo éxito, 'Guacamole'- exhiben una retranca porteña muy notable y una absoluta falta de complejos a la hora de mezclar el folklore con el pop, el rock o algo parecido a la bossanova. Lila es como una fuerza de la naturaleza, fuerza de corte chamánico que ella enfatiza con unos vestidos de india mixteca que podrían convertirla en una parodia de Yma Sumac si su propuesta no fuese tan atractiva como es: la señora Downs parte del folklore mexicano y le va añadiendo capas de otros sonidos, llegando hasta flirtear con el hip-hop si lo consideraba necesario.

Ninguno de los tres tiene nada que ver con lo que se entiende por mestizaje en nuestra querida ciudad, donde la cosa consiste en grupos compuestos por un mínimo de doce sujetos en pantalón corto que mezclan alegremente el ska con los ritmos balcánicos, la rumba catalana y lo que haga falta, demostrando que tal vez escucharon atentamente a Mano Negra y a Les Negresses Vertes, pero no les aprovechó gran cosa. Ese mestizaje impostado goza de gran predicamento entre nosotros, y si el grupo de turno tiene el detalle de cantar en catalán y ser nacionalista, hasta puede que salga por TV3, sobre todo si hace giras solidarias, signifique eso lo que signifique.

Kevin Johansen actuó hace unos días en Barcelona, y mañana lo hace Lila Downs en el Palau de la Música. Si desean ustedes distinguirse de los seguidores de Txarango, puede que aún quede alguna entrada.

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