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La economía salva a Trump

Trump (izquierda) estrecha la mano de Xi al final de su conferencia de prensa conjunta, en Pekín, el 9 de noviembre.

Trump (izquierda) estrecha la mano de Xi al final de su conferencia de prensa conjunta, en Pekín, el 9 de noviembre. / periodico

Alexandre Muns Rubiol

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Donald Trump ganó en parte porque en campaña prometió que tomaría medidas sin precedentes. En materia comercial, insistió que abandonaría NAFTA, el acuerdo TPP de liberalización comercial sellado por Obama y 11 países de la cuenca del Pacífico y aplicaría aranceles del 45% a las importaciones chinas. Amenazó en no acudir en defensa de los aliados de la OTAN si no invertían 3% de su PIB en defensa y planteó la posibilidad de que Japón y Corea del Sur adquirieran su propio arsenal nuclear. Para los americanos descontentos con su situación económica, las promesas de Trump tenían como denominador común anteponer los intereses de EEUU al multilateralismo y acuerdos comerciales.

Un año después de su elección, Trump solamente ha cumplido una de las promesas mencionadas, abandonar el TPP, una acción también favorecida por Hillary Clinton. La renegociación de NAFTA continúa, y aunque Washington plantea cambios inaceptables para México y Canadá -- eliminar el sistema de resolución de disputas, una claúsula que obligue a renegociarlo nuevamente en cinco años -- se mantiene el diálogo y Trump no exige la derogación de NAFTA. Su administración ha lanzado investigaciones sobre prácticas de dumping por parte de empresas chinas en el sector del acero, al igual que subvenciones canadienses para productos lácteos y de madera. Pero Bombardier es una de las pocas empresas extranjeras a las que se aplicarán derechos compensatorios.

Trump actúa responsablemente en parte porque las provocaciones de Corea del Norte le obligan a necesitar la cooperación de China. La investigación de los contactos entre miembros destacados de su campaña o gabinete por parte del ex director del FBI Robert Mueller producirá más pruebas de cooperación. Mueller ya ha conseguido la imputación de su ex director de campaña Paul Manafort, de su socio Rick Gates y la aceptación de culpabilidad de George Papadopoulos. Mueller trabaja para que dichos y otros personajes proporcionen información más incriminatoria a cambio de recibir inmunidad. La trama rusa impide a Trump cooperar estrechamente con Putin. El presidente también puede permitirse no cumplir sus incendiarias promesas debido a la aceleración del crecimiento económico en EEUU.

La buena gestión de Obama y la expectativa de una reforma y reducción de impuestos dinamiza a la economía. En el segundo y tercer trimestre, el PIB aumentó a un ritmo anual del 3%, el paro ha descendido a su nivel más bajo en 17 años (4,1%) y los salarios siguen subiendo. El índice Dow Jones se ha apuntado un alza del 28% en un año, la mayor en el primer año del mandato de un presidente desde 1944-45. La reforma tributaria de los Republicanos añadiría 1,5 billones de dólares a la deuda de EEUU, es regresiva y su único acierto es recortar el altísimo impuesto de sociedades del 35% al 20%. Promete reducir los impuestos para ricos y la clase media, y los Republicanos cuentan con la mayoría para aprobarla. La mayor prosperidad en EEUU propicia una moderación de Trump en sus relaciones internacionales en general y política. comercial en concreto.