Análisis

Ciudades inteligentes, personas empoderadas

La participación ciudadana del siglo XXI implica el uso de las tecnologías que la faciliten

Ambiente en el Smart City Expo de Barcelona.

Ambiente en el Smart City Expo de Barcelona. / periodico

LOURDES MUÑOZ

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Empodera las ciudades, empodera la ciudadanía es el lema escogido en esta nueva edición del Smart City Expo World Congress. El congreso está centrado este año en las estrategias para empoderar a la ciudadanía a través de la participación activa y el control sobre las decisiones públicas. Una gobernabilidad basada en una nueva relación entre los gobiernos de las ciudades y las personas. La nueva política urbana que avanza hacia la gobernanza cocreada con la ciudadanía, aprovechando la evolución de las tecnologías.

Una mirada crítica al concepto de ciudades inteligentes ha posibilitado que la idea evolucione. Ya no se trata tanto de cómo usar las tecnologías sino de poner en el epicentro del uso a la ciudadanía, de encontrar soluciones a través de la interacción en el triángulo ciudadanía-instituciones-empresas, aprovechando las oportunidades que ofrecen las tecnologías para construir unas ciudades más amables y para abordar también los problemas complejos que, especialmente, sufren las grandes urbes que protagonizan el mundo actual.

«En las ciudades podemos coproducir nuevos conceptos de lo público», ha explicado Antoni Gutiérrez-Rubí en la presentación de su libro Smart citizen, celebrada en el Àgora del congreso. Ha realizado una apuesta por las ciudades como el ámbito de gobierno desde el que se produce mayor innovación política y que mejor permite la aplicación del modelo de gobernanza con participación ciudadana en la gestión de las soluciones.

Los datos, la nueva materia prima

La participación ciudadana del siglo XXI implica el uso de las tecnologías que la faciliten, así como la transparencia activa, con publicación de datos públicos para que esta participación sea informada.

Los datos son la nueva materia prima en el ámbito económico. Y los datos abiertos publicados por las instituciones se han convertido en uno de los elementos más disruptivos que permiten las tecnologías, pues son un nuevo recurso que, de forma democrática, se encuentra a disposición de todas las personas. Con los datos abiertos se están generando proyectos imprevisibles e impensables hace pocos años.

Compartir la información pública de forma que pueda ser reutilizada libremente por la ciudadanía está cambiando las reglas del juego de la gestión pública. Por ejemplo, tenemos herramientas que nos permiten comparar los presupuestos de nuestro ayuntamiento con los de las ciudades vecinas a golpe de apenas dos clics. Por lo tanto, podemos reclamar ya no en base a opiniones o sensaciones, sino a partir de datos.

Compartir datos abre espacios inmensos de cogestión de servicios y amplía horizontes en la colaboración público-privada. Son ejemplos las mejoras en la gestión pública a partir de estudios generados por terceros con estos datos, las apps basadas en datos públicos para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía o los nuevos negocios basados en estos datos.

El concepto smart implica soluciones de proximidad, soluciones participadas, soluciones que aprovechan el talento, soluciones informadas con datos, soluciones innovadoras aprovechando las tecnologías... Ciudades inteligentes significa personas empoderadas por la tecnología y tecnologías destinadas al bienestar de las personas