CONTRAPUNTO

Miedo, traslado, presión y prisión

La incertidumbre sobre el resultado final del proceso independentista acelera los cambios de sedes

Sede de Caixabank en Barcelona.

Sede de Caixabank en Barcelona. / periodico

SALVADOR SABRIÀ

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El traslado de sedes sociales de empresas de Catalunyatraslado de sedes socialesCatalunya a otras zonas de España ha provocado uno de los impactos más fuertes en la opinión pública en lo que llevamos de procés, descontando los excesos en la represión del referéndum suspendido del 1 de octubre. Ver que prácticamente todas las empresas catalanas presentes en el Ibex, excepto Grifols, han optado por cambiar su domicilio social, y en el caso de CaixaBank Banc Sabadell también el fiscal, ha provocado un efecto llamada que ya han seguido más de medio millar de otras empresas. 

Prácticamente todas lo que han hecho ha sido solo cambiar su domicilio social, el lugar dónde a partir de ahora se reunirá la junta de accionistas y se adoptarán las grandes decisiones. Pero si la situación actual de incertidumbre se mantiene, es posible que a estas funciones se sumen otras y el retorno sea cada vez más complicado. En muchos casos, el cambio de sede responde más al miedo por la posible pérdida de un mercado, al intento de librarse de un futuro boicot, o a una opción de protesta presión que a una necesidad real. Valga el ejemplo de una gran empresa cuyo mercado es mayoritariamente catalán y del que varios de sus accionistas de referencia han optado por trasladar su sede, pero que en ningún momento se ha planteado dar este paso.

En todo caso, la ola de huidas es fuerte. Y da la impresión que los ideólogos y teóricos del procés no lo tuvieron en cuenta como fenómeno, o al menos no con el impulso que ha tomado. Tampoco podían saber que el Gobierno central alentaría estos movimientos con los cambios legales que facilitan la decisión de cambiar de domicilio social. Esperemos que este cambio se mantenga si la situación política se calma o se aclara, y que sea tan fácil volver como lo ha sido ahora marcharse.

En los documentos del Llibre Blanc de la Transició Nacional de Catalunya, la biblia independentista con las previsiones de lo que podría suceder si se llega a una independencia catalana con o sin acuerdo con España, no se contempla que los bancos catalanes cambien de sede, como ha sucedido. E incluso se confía en estas entidades como soporte inicial para financiar los primeros pasos de la república catalana. Difícil me lo fiais, a la vista de los acontecimientos recientes.

Empieza otra semana imprevisible y de momento las llamadas al diálogo por ambas partes no tienen ninguna concreción. Unos claman por una mediación que los otros no aceptan, mientras a la presión económica se suma el griterío en las calles a favor de la prisión para Puigdemont , jaleado incluso por destacados líderes del PP.  Y algunas agencias de calificación empiezan a advertir de una posible recesión en Catalunya recesión en Catalunya, que sin duda acabará afectando al conjunto de España.

En este caso, el inmovilismo solo hará empeorar la situación.