Opinión | Editorial

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Los Mossos ya están en el centro del conflicto

Resultan lamentables las desconfianzas políticas sobre las policías a una semana del 1-O

joaquim forn

joaquim forn / periodico

En la escalada en que se ha convertido el pulso entre el Gobierno y el Govern sobre el 1-O no hay día en que una decisión no provoque un conflicto. Ahora, los Mossos están en el centro de la disputa después de que el 'conseller' de Interior, Joaquim Forn, anunciara que no acatarán la decisión de la Fiscalía General de Catalunya de que un coronel de la Guardia Civil coordine a la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos para impedir la celebración del referéndum ilegal. Sus declaraciones, sin embargo, han sido matizadas significativamente por el 'major' de los Mossos, quien ha asegurado que, a pesar de no compartir la tutela de sus agentes por parte del Gobierno español, la policía autonómica no se halla intervenida y que seguirán cumpliendo con las órdenes del fiscal.

El control desde Interior afecta solo a lo relacionado con el 1-O y alos tres cuerpos policiales. Jurídicamente se fundamenta en el artículo 46 de la ley orgánica 2/1986, que señala que cuando las policías autonómicas «no dispongan de los medios suficientes para el ejercicio de las funciones» podrán recabar «el auxilio de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado». Este auxilio ya se aplicó tras los atentados de agosto, pero ahora el Govern aduce que ese supuesto no se da.

En el fondo, el conflicto no hace sino expresar la falta de confianza en la Conselleria d’Interior y en los Mossos por parte del Estado y viceversa. Y lo más lamentable es que a una semana del 1-O se sitúe a la policía catalana en una posición tan difícil.