Ponga las urnas

Presidente, ponga las urnas. Pero las de verdad. No esas que juegan al escondite. Tampoco sirven esas cajas azules que ustedes utilizaron para recoger firmas contra el Estatut. Repare algo del daño que ha infligido a la convivencia. Y comprométase ante una sociedad indignada y herida a colocar urnas con censo, colegios electorales y papeletas legales.

Ponga las urnas, presidente. Escuche más voces. No se conforme con ese sanedrín que solo vela por su propio interés o su inquina. Atrévase a abrir el debate, a sentarse con todos –todos– sin apriorismos y a pactar un referéndum en el horizonte. Un referéndum que legitime el ansia de tantos catalanes y que, de paso, dé a España una oportunidad de repensarse. Con opciones argumentadas y debatidas. Sin ayudas estrafalarias de premios Nobel que no lo son o piratas informáticos que se creen dioses. Tres opciones: España autonómica, Catalunya independiente o un nuevo pacto, una España federal que permita encontrar soluciones a través de soberanías compartidas. Un modelo de futuro, duradero. Sin rodillos, sin muros, sin arcadias.

El polvo de sus cajas de cartón nos ha traído hasta aquí. Antes de que nos ahoguemos entre tanta bandera y tanta bravuconería, antes de que pase a la historia de la España a garrotazos, presidente Rajoy, ponga las urnas. Por respeto, por dignidad, por visión de Estado y por generosidad. Incluso, si usted quiere, por España.