El conflicto de El Prat

Atrapados y sin derechos

Los pasajeros están muy desprotegidos cuando son las empresas que prestan los servicios aeroportuarios las culpables de que pierdan sus vuelos y su dinero

Colas en el aeropuerto de El Prat

Colas en el aeropuerto de El Prat / periodico

MONTSE MARTÍNEZ

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En lo que llevamos de verano numerosos pasajeros cuyos vuelos despegaban de El Prat se han encontrado con que, por causas ajenas a ellos, no han podido llegar a tiempo al avión pese a que estaban en el aeropuerto de Barcelona con la antelación suficiente que les indicaban las condiciones de su billete. Algunos, además de perder el viaje, han perdido también el importe total (o parcial) del billete e incluso han visto arruinadas las vacaciones al no poder enlazar con los vuelos de conexión previstos

Es evidente que alguien debería compensar a todos los viajeros por los perjuicios económicos y morales que se les está causado. Pero la cosa no es tan fácil. Cuando perdemos un vuelo o un enlace por culpa de la compañía aérea, la cuestión siempre es incómoda pero el pasajero sabe perfectamente qué derechos tiene; normalmente le basta con reclamar a la aerolínea y esta le compensará según unos baremos establecidos legalmente, que son los mismos en todas las compañías de la Unión Europea.

Pero lo que está sucediendo este verano en El Prat es más peliagudo: los pasajeros han perdido sus vuelos por culpa de las demoras en los controles de seguridad. Las aerolíneas, en este caso, no tienen ninguna responsabilidad: el avión estaba listo, pero ha sido el pasajero el que no ha llegado a tiempo. Y entonces es cuando el usuario ve que es difícil hacer valer sus derechos: no tiene un contrato con Aena, y mucho menos con la empresa de seguridad subcontratada. Y además no existen mecanismos automáticos de reclamación, similares a los que hay con las aerolíneas. Así que cuando alguien se encuentra en esta situación, no suele tener ni idea de cómo reclamar sus derechos.

Lo recomendable en estos casos es reunir las máximas pruebas posibles de los perjuicios causados y recurrir a la justicia ordinaria; pero esto es incómodo y lento. Además, si el perjuicio ha sido ocasionado por una huelga legal no se puede reclamar a la compañía con la que se haya contratado un seguro de asistencia en viaje, pues muchas veces estas pólizas contemplan la huelga como causa de exclusión de responsabilidad; aunque en el caso de lo sucedido este verano, sí pueden reclamar los pasajeros que se vieron afectados cuando la huelga era encubierta.

Desprotegidos

Hace muchos años que los pasajeros aéreos están razonablemente cubiertos por una legislación que protege sus derechos; en concreto desde que comenzó el 'boom' de las compañías 'low cost'. Pero estos mismos pasajeros se encuentran con que están bastante desprotegidos cuando son las empresas que prestan los servicios aeroportuarios las culpables de que pierdan sus vuelos y su dinero.

Lo que está sucediendo ahora en Barcelona y en otros aeropuertos no es de recibo. Es urgente que se pongan en marcha medidas que garanticen los derechos del consumidor desde el mismo momento en el que se encuentra en el aeropuerto, y no solamente cuando ya ha llegado al avión. Regular todos estos derechos no es, técnicamente, muy complicado; lo importante es que haya suficiente voluntad política de ponerlo en práctica.