Análisis

El editor de prensa Gerard Piqué

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Iosu de la Torre

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Cuando el admiradísimo Gerard Piqué anunció, el pasado invierno, que un día cualquiera lanzaría un medio de comunicación digno que salve las torpezas del actual periodismo deportivo generó una corriente de partidarios, entre los que seguramente estaba mucha gente del gremio.

Por un instante imaginamos al editor Piqué fundando un diario de verdad con los mejores medios (él que habla con los reyes de las redes sociales cuando le apetece, que llama «Mark» a Zuckerberg, el de Facebook), con la mejor selección de reporteros (esos que se mueven como nadie en las webs, el multimedia, las app’s, los amos de las pantallas), devolviendo el valor al oficio de periodista en pleno siglo XXI, el del 3.0, que no es el resultado de un clásico en el Camp Nou sino la etiqueta de un universo que lo abarca todo.

Piqué disparó contra todos sin atreverse a cuadrar en la mira telescópica al auténtico enemigo, los descerebrados de los chiringuitos futbolísticos y los retratados que confunden Twitter con el tiro al blanco. Es cierto que más adelante plantó cara a los del 'Carrusel deportivo' y el 'As'.

Cuando el admiradísimo Piqué relajó los esfínteres del barcelonismo con un simple Instagram con el titular 'Se queda' para una foto compartida con Neymar, desconocía el respeto que se le tiene y, además, ignoraba los valores de un editor de prensa, de un director de diarios, del soporte que sea.

La expresión 'Se queda', sostuvo días después el megajugador del Barça, era «una opinión»era «una opinión». Y no, admiradísimo Piqué, era una aserción. El editor del diario futbolístico del futuro no sabe diferenciar la información de la opinión.

Mal vamos. Tan mal como este periodismo sometido hoy a la dictadura de las megaestrellas, esas que prohíben que haya cronistas auténticos (no de chiringuito) en los aviones, las mismas que ningunean a los directivos, las que viven rodeadas de séquitos impenetrables a merced de este negocio multimillonario en que se ha convertido el planeta fútbol.

Piqué (también) se queda con nosotros.  Es una opinión.