LA CLAVE

La engañosa encuesta del CEO

Aunque pudiera hacerse a trancas y barrancas, el 1-O no será el final del 'procés', sino que abrirá una nueva etapa que ahora nadie puede imaginar

Un prototipo del modelo de urna de la Generalitat para la consulta del 9-N.

Un prototipo del modelo de urna de la Generalitat para la consulta del 9-N.

JUANCHO DUMALL

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Los datos de la encuesta trimestral del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat conocidos el viernes no son fáciles de interpretar. Por un lado, cae el respaldo al independentismo (el 41,1% de los encuestados está favor de una Catalunya independiente, mientras que el 49,4% es contrario), en lo que se ha convertido en una tendencia en los últimos meses, pero por el otro, el 'sí' gana claramente entre quienes están dispuestos a participar en el referéndum del 1-O, que son nada menos que el 67,6% de los sondeados.

La primera conclusión es que los teóricos del suflé, muy bien representados en los medios,  no deberían echar las campanas al vuelo. El 'no' a la independencia gana por unos nada despreciables ocho puntos, es cierto, pero la reivindicación de que la población catalana sea consultada en referéndum no afloja.

Incluso si se trata de una convocatoria, como la del próximo primero de octubre, unilateral y, de momento, con muchas dificultades para reunir todas las garantías democráticas (censo, papeletas, colegios electorales, campaña, neutralidad de la Administración), son más los que apoyan el referéndum anunciado por el 'president' Puigdemont que quienes lo rechazan (48% frente a 46%). También es cierto que el trabajo de campo del CEO fue realizado antes de las últimas noticias sobre las enormes trabas con las que va a encontrase el Govern y que no anuncian precisamente una consulta transparente, fiable y reconocible en el plano internacional.

Del estudio se desprende también que una buena parte de quienes están por el 'no' a la independencia no contemplan la posibilidad de ir a votar el 1-O, ni siquiera sabiendo que la idea del Govern es proclamar la independencia si gana el 'sí' por mayoría simple, sea cual sea la participación.

CONCLUSIÓN

La conclusión es que entre los previsibles resultados de un muy discutido referéndum unilateral y considerado ilegal por el Tribunal Constitucional y la foto que muestran las encuestas sobre el independentismo hay una notable diferencia. Eso hace pensar que el 1-O, aunque pudiera hacerse a trancas y a barrancas, no será el final del 'procés', sino que abrirá una nueva etapa que ahora mismo nadie puede imaginar.