Adolescencia y salud: queremos más

El 17% de chicas, frente al 3,8% de chicos, declara haber sufrido alguna conducta verbal o física con contenido sexual ofensiva y no deseada

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CARME BORRELL

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La salud en la infancia y adolescencia es un factor clave para el futuro. Una sociedad sana debe preocuparse por sus jóvenes. Por lo tanto, la salud de los chicos y chicas y los factores que la condicionan, como por ejemplo las amenazas y discriminaciones de que son objeto, y la presión del entorno en unos años de desarrollo personal, nos obligan a poner un foco de la máxima relevancia.

Por ello, con una visión social y de vigilancia de la salud y sus determinantes, la Agencia de Salud Pública de Barcelona acaba de cerrar una nueva encuesta FRESC (Factores de Riesgo en Estudiantes de Secundaria), que revisa la salud y sus determinantes en alumnos de 13 a 19 años. Son 3.888 entrevistas realizadas en un total de 186 aulas, con la complicidad de centros y docentes. Ninguna ciudad española dispone de una encuesta así, y desde hace 30 años, ya que la primera data de 1987. Es un instrumento básico para la planificación de las acciones y programas orientados a los jóvenes, que sin duda han basarse en el conocimiento de la realidad.

Siete de cada 10 chicos y cinco de cada 10 chicas consideran que su salud es excelente o muy buena. No obstante, en centros de barrios desfavorecidos hay una proporción más alta de jóvenes que creen que su salud es regular o mala. Sucede igual con la salud mental, que ofrece balances más pobres en escuelas situadas en barrios con un nivel socioeconómico desfavorecido. También nos preocupa que son las mujeres adolescentes las que tienen mayor riesgo de mala salud mental.

A PIE O EN BICI

En cuanto a las conductas relacionadas con la salud, la movilidad de las personas jóvenes se hace a pie o en bicicleta, y el transporte público es el segundo medio que más usan. Respecto a las horas de sueño, más de la mitad duermen un tiempo insuficiente los días de clase, por debajo de las ocho horas. En tabaquismo, las noticias son buenas, ya que decae sostenidamente, y en el consumo de alcohol se ha detectado que se retarda la edad de inicio, también buena noticia.

También ha sido positivo que se frena entre 2012 y 2016 el aumento de la obesidad, que sí observamos del 2008 al 2012. No obstante, el sedentarismo sigue siendo frecuente en estas edades, mayor en chicas que en chicos, del 16,7% frente al 8,4%, y superior en el alumnado de barrios desfavorecidos. En cuanto a la salud sexual, hay un uso elevado del preservativo y otros métodos efectivos, pero la encuesta FRESC detecta que aumenta el uso de la píldora del día después como método anticonceptivo.

Por otra parte, el porcentaje de mujeres que manifiestan haber soportado algún tipo de discriminación está por encima del de chicos en Barcelona. El 17% de chicas, frente al 3,8% de chicos, declara haber sufrido alguna conducta verbal o física con contenido sexual que resultó ofensiva y no deseada.

LA PREVENCIÓN EN LOS CENTROS EDUCATIVOS

A través de los programas preventivos en los centros escolares, Barcelona promueve una mejor salud de los jóvenes. Se trabajan elementos como la presión de grupo para consumir sustancias, cómo viven la propia imagen y sus hábitos alimentarios, o cómo mejorar la salud sexual. Más de 22.000 personas escolarizadas seguían el curso pasado alguno de estos programas, entre los que destaca el 'Crezcamos Más Sanos' y el programa 'Cambios' que promueven los hábitos alimentarios saludables y la actividad física; 'Sobre Cañas y Petas', en drogodependencias; o el programa 'Hablemos, no te cortes' de salud sexual.

Profesionales de la Agencia de Salud Pública de Barcelona forman a los docentes que deberán implementar los programas en las aulas, y diseñan, evalúan y actualizan los contenidos. Pero nos encontramos con que estos programas no forman parte del currículum y se realizan solo si los centros educativos lo piden. Esto hace que tengamos alrededor de un 30% de las escuelas que se han acogido a ellos, pero muchas no aprovechan ese recurso.

Por lo tanto, desde nuestro punto de vista, es muy importante que los centros opten por iniciativas de promoción de la salud que estén bien evaluadas y diseñadas, porque así se asegura la efectividad de esas actuaciones. Incidir sobre los determinantes de la salud de los jóvenes no depende solo de estos programas, pero la evaluación realizada a lo largo de los años nos muestra que son efectivos y por lo tanto es muy recomendable ponerlos en marcha en la mayoría de los centros educativos.