El Govern en su laberinto

Las diferencias en Junts pel Sí sobre el plan para el referéndum unilateral siembran dudas sobre su existencia y sobre la pervivencia de la coalición

Puigdemont y Junqueras firman la quinta notificación del TSJC para que frenen el referéndum

Puigdemont y Junqueras firman la quinta notificación del TSJC para que frenen el referéndum / periodico

ENRIC HERNÀNDEZ

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Según el relato oficial, el Govern lo tenía todo listo para celebrar un referéndum de independencia vinculante, burlando la ley y sorteando las minas que siembra el Estado. Negar la existencia de un plan ultrasecreto, guardado bajo siete llaves para que el enemigo no lo desbarate, era casi anatema. El lunes, después de que el Constitucional apercibiera a la élite administrativa de la Generalitat sobre las "responsabilidades penales" que afrontarían de impulsar la consulta unilateralGeneralitatCarles Puigdemont fue menos rotundo: "Hallaremos el modo de hacerlo." Y pasó la pelota a su socio, Oriol Junqueras: "Me consta que ha pensado en ello."

Para dar verosimilitud a las promesas independentistas, Marta Rovira, número dos de ERC y portavoz de Junts pel Sí en el Parlament, ha dado pistas: la jornada de votación podría correr a cargo de voluntarios en paro reclutados para la ocasión. Lo que no eximiría a los funcionarios de la Generalitat de jugarse el tipo al tramitar la compra de urnas y papeletas; solo de tener que sentarse en las mesas electorales.

Fuera la de Rovira una mera sugerencia o una grave indiscreción, el Govern se afanó a desautorizarla por boca de su portavoz, la exconvergente Neus MuntéNeus Munté. Ello, al tiempo que el PDECat de Marta Pascal aboga por aprovechar su propia campaña por el 'sí' para desmarcarse tanto de la CUP como de ERC, rompiendo si es preciso la disciplina de voto de JxSí en el Parlament.

¿'REMAKE' DEL 9-N?

Prestemos ahora atención a Francesc Homs: "No comparto que el referéndum no pueda ser un nuevo 9-N. (...) Sería imperdonable que nos perdiésemos en florituras y no fuésemos capaces de poner las urnas, votar y contarnos." Al defender ante Puigdemont un 'remake' del 9-N, por el que fue inhabilitado, el exdiputado chocaba, también, con ERC y la CUP, que no están para más simulacros.

Al Govern, en su laberinto, se le amontonan las preguntas sin respuesta. ¿Tiene en verdad un plan magistral para hacer el referéndum o solo está "en ello"? ¿Será oficial u otro alarde del voluntariado? ¿Resistirá la frágil coalición independentista el 'shock' de incumplir sus promesas o saltará antes por los aires?