'Conseller', tire de la manta

Tras los casos Bagó e Innova, urge investigar si alguien se lucró a costa de los contribuyentes con las privatizaciones sanitarias del Govern Mas

Traspaso de cartera 8Boi Ruiz (izquierda) cede la Conselleria de Salut a su sucesor en el cargo, Antoni Comín, en enero de este año.

Traspaso de cartera 8Boi Ruiz (izquierda) cede la Conselleria de Salut a su sucesor en el cargo, Antoni Comín, en enero de este año.

ENRIC HERNÀNDEZ

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En busca de argumentos para cancelar las privatizaciones sanitarias del Govern de Artur Mas, el departamento de Salut, dirigido por Toni Comín, ha revelado que el trasvase de pacientes a la privada no abarató el servicio, como sostenía su predecesor, sino que lo encareció el 12%. Bajo la coartada de la austeridad se cerraron camas hospitalarias y quirófanos públicos, mientras bajo mano el dinero de todos los catalanes engordaba el bolsillo de unos pocos. 

En el 2012, las externalizaciones sanitarias transfirieron a manos privadas al menos127 millones de euros públicos, el doble que dos años antes, en el ocaso del tripartito. Lo que no obsta para señalar que la sanidad fue el laboratorio de ensayo de la llamada ‘sociovergència’. En los tiempos de vino y rosas, convergentes y socialistas alumbraron una colaboración público-privada cuya pregonada eficiencia enmascaraba la tajada que se llevaban los adjudicatarios. Aquí, las célebres ‘puertas giratorias’ adquirieron categoría de leyenda. Solo algunos ejemplos:

Ramon Bagó: magnate del turismo y la hostelería, fue a un tiempo alcalde de Calella por CiU, director de Turisme con Jordi Pujol y presidente del Consorci Hospitalari de Catalunya. Sus empresas obtienen multimillonarios contratos del Govern.

Carles Manté: tras dirigir el Catsalut por encargo de Marina Geli (PSC), cobró irregularmente de un hospital público y de la empresa municipal Innova. Fue detenido e imputado.

Josep Prat (CiU): artífice en Reus de la trama Innova junto al socialista Josep Abelló, Mas lo nombró presidente del Institut Català de la Salut (ICS). Dimitió al destaparse el ‘caso Innova’, por el que fue arrestado e imputado.

Raimon Belenes: consejero delegado del Hospital Clínic a las órdenes de Geli, gestionó la transfusión de pacientes a la mutua (sin ánimo de lucro) del Sagrat Cor y su venta a un inversor privado que luego lo fichó como director general. 

CAIGA QUIEN CAIGA

Con estos precedentes no es ocioso preguntarse si alguien se lucró a costa del erario con las privatizaciones quirúrgicas ahora cuestionadas por Comín. ‘Conseller’, si puede, si le dejan, tire de la manta. Caiga quien caiga.