Al contrataque

Cosas que me avergüenzan

Concentración de alcaldes ante el Parlament en apoyo de Artur Mas, el 15 de octubre.

Concentración de alcaldes ante el Parlament en apoyo de Artur Mas, el 15 de octubre.

JORDI ÉVOLE

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El ministro Montoro ha manifestado que hay gente del PP que se avergüenza del PP. No me extraña. Un diputado convergente, Jordi Xuclà, ha indicado que 6.990 residentes en el extranjero no pudieron votar el 27-S por culpa de las trabas que puso el Gobierno, y ha añadido que, «a pesar del Estado», miles de catalanes que viven fuera de España sí que votaron y que su voto fue «contra el Estado». El ministro Margallo le ha dicho a Xuclà que vaya al psiquiatra. A mí me avergüenza la respuesta del ministro de Asuntos Exteriores. Recuerden que Margallo es el autor de esta frase, pronunciada ante Junqueras y referida a Catalunya:  «Oriol, se os quiere mucho en España».

Rigau, Ortega Mas han declarado ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC). Muchas personas se han concentrado frente al Palau de Justícia de Barcelona para apoyar al trío imputado. Los del TSJC se han molestado, y han criticado esta reacción. Dicen que supone «un ataque a la independencia judicial». A mí me avergüenza que digan eso. ¿Ni siquiera se puede protestar pacíficamente cuando no estás de acuerdo con algo? A mí me avergüenza que Mas, Ortega y Rigau estén imputados por sacar las urnas a la calle. Y si eso es ilegal, me avergüenza esa ley. ¿Pero cómo puede ser ilegal permitir que la gente vote en una consulta no vinculante? No lo entiendo. Igual estoy loco. Tendré que ir al psiquiatra. A mí lo que me parece ilegal es, por ejemplo, invadir Irak. Aún no he visto al trío de las Azores declarando ante ningún tribunal de justicia. A mí eso también me da vergüenza.

Injusticias de regional

Me parece fenómeno que tanta gente haya acompañado a Mas hasta el TSJC para criticar su imputación, incluyendo 400 alcaldes. Lo que no veo tan bien, y me avergüenza, es que muchos de esos alcaldes no se concentren también para criticar los recortes, el paro o la corrupción. ¿Cuántos de estos señores y señoras han salido a la calle para protestar contra los Pujol cuando han ido a declarar ante la justicia? ¿Y cuántos de estos señores y señoras han salido a la calle para reclamar que acaben de juzgar a Millet antes del Juicio Final? Y de todos estos políticos que acompañaron a Mas, ¿cuántos han salido a la calle para mostrar su apoyo a Ester Quintana? ¿O no fue injusto lo que tuvo que vivir esta mujer? Por lo visto, hay injusticias de primera división, que aglutinan a muchísimos aficionados, incluyendo un montón de políticos, e injusticias de regional, que reúnen a poco público. Y eso que la corrupción, el paro, los recortes y las actuaciones policiales pueden afectarnos a todos, igual que la independencia de Catalunya. Sin embargo, no reaccionamos igual. Y a mí eso me da vergüenza. No estaría de más que alguna vez un político llorara por el paro, los recortes, la corrupción o por Ester. Pero ahora mismo solo recuerdo a Núria de Gispert llorando el otro día por Mas.