La Generalitat multiplica por siete los gastos en lobi en EEUU

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

la Generalitat consiguió la semana pasada su mayor victoria diplomática hasta la fecha en EEUU. Tres congresistas de la Cámara baja se pronunciaron claramente a favor del derecho al decidir y pidieron al Gobierno español que autorice la celebración de un referéndum siguiendo el modelo escocés. Ese espaldarazo político, sin embargo, no salió de la nada. El Govern de Artur Mas pagará este año más de medio millón de euros al lobi dedicado a recabar apoyos para el proceso soberanista en Washington y las Naciones Unidas, una cifra siete veces superior a lo que pagó el año pasado, según los contratos obtenidos por este diario.

Para internacionalizar la causa independentista, la Generalitat sigue apostando por Independent Diplomat, la firma que asesoró en su día a los nuevos estados de Kosovo y Sudán del Sur y que tiene en cartera a otros clientes que aspiran al reconocimiento internacional, como el Frente Polisario, Somalilandia y la Coalición Nacional Siria, el grupo de fuerzas de la oposición al régimen de Bachar al Asad. La relación comenzó en el 2013, después de que Albert Royo, secretario general del Consell de Diplomàcia Pública (Diplocat), se decantara por la oferta de ID alegando que «no existe otra institución u organismo independiente que esté especializado en procesos de emancipación nacional», según consta en un informe técnico.

Nuevo contrato

Las cantidades pagadas a ID por sus servicios en EEUU -hay otros contratos para el resto del mundo- eran hasta ahora relativamente modestas: 7.800 euros al mes. Pero las condiciones han cambiado en el último contrato, firmado por Royo en la Navidad del año pasado. La Generalitat pagará este año 46.700 euros al mes (560.400 euros anuales). Una cantidad elevada incluso para los estándares estadounideses. Solo un 10% de las cerca de 10.000 empresas, sindicatos o universidades que hicieron lobi en Washington el año pasado invirtieron una cantidad superior, según el Center For Responsive Politics. Es más o menos lo que gastaron Kia Motors o el Royal Bank of Canada.

A cambio de ese dinero, la firma que dirige el exdiplomático británico Carne Ross se compromete a «promover los puntos de vista [de la Generalitat] entre el Gobierno de EEUU por medio de reuniones con funcionarios clave y jefes de mesa del Departamento de Estado y otras agencias para recabar sus opiniones». El contrato estipula que se ayudará a la Delegación de la Generalitat en EEUU, que dirige Andrew Davis en calidad de embajador oficioso, a establecer «contactos relevantes» entre el mundo político, empresarial y mediático, a poner en marcha una estrategia de comunicación y a «preparar y conducir negociaciones».

Esos contactos, que cultivaron «conjuntamente» Davis y ID, según fuentes de la delegación de Catalunya en EEUU, permitieron que el secretario de Exteriores, Roger Albinyana, se reuniera en su último viaje a Washington con cinco congresistas de la Cámara de Representantes y con miembros del consejo editorial del Washington Post.

Preocupación

A la diplomacia española le preocupan estos contactos. «Existe cierta preocupación y ansiedad por la internacionalización del proceso, por más que no hayan conseguido el apoyo de ningún Gobierno hasta ahora», reconocía a pocos días del 27-S una fuente diplomática española. Eso explica las gestiones que, según el ministro José Manuel García Margallo, se hicieron para que el presidente Barack Obama incluyera en su declaración ante el rey Felipe una mención a una España «fuerte y unificada».

Aquel gesto compensó el mal sabor de boca que habían dejado las declaraciones de tres de los cinco congresistas que se reunieron con Albinyana el pasado 8 de septiembre. Entre la diplomacia española generaron perplejidad, especialmente por el hecho de que el legislador de origen cubano Mario Díaz-Balart, uno de los que defendieron con más firmeza el derecho a la autodeterminación de Cataluña, sea el copresidente del Caucus de Amigos de España en el Congreso. También son miembros de ese grupo, dedicado a «construir puentes entre EEUU y el Gobierno de España», Albio Sires y Ileana Ros-Lehtinen. Ambos acudieron también a la reunión con la delegación de la Generalitat pero no hicieron declaraciones.