Miquel Iceta consigue cambiar el foco

Iceta al frente del PSC.

Iceta al frente del PSC. / Toni Garriga

JOSÉ ANTONIO SOROLLA

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Antes incluso de su elección por los militantes del partido, el nuevo primer secretario del PSC, Miquel Iceta, se había puesto manos a la obra y había conseguido tomar la iniciativa al proponer alternativas en la consulta soberanista. Ahora, con la legitimidad que le otorga su elección por los militantes, cuya participación ha superado la esperada, trabajará a fondo para consolidar esa nueva estrategia, aunque está por ver si será capaz de convencer a los críticos para que no sigan la senda, abierta ya por algunos, del abandono del partido.

Iceta consiguió 8.156 votos, el 85% de los 9.663 militantes que votaron (un 46,98% del total de 20.078 afiliados). La participación, que rozó la mitad del censo, fue inferior a la del conjunto del PSOE en la elección de Pedro Sánchez (más del 65%), pero superó las expectativas de los dirigentes del partido, muy bajas si se tenía en cuenta que Iceta era candidato único y que en las primarias para elegir al cabeza de lista en las elecciones europeas solo participó un 29%.

División de los críticos

En la votación hubo 1.435 votos en blanco (14,9%) y 72 nulos (0,75%), que deben atribuirse al sector crítico. Este 15% representa, de todas formas, 10 puntos menos que los obtenidos por los críticos en el último congreso de diciembre de 2011, el que eligió a Pere Navarro, y en las votaciones del consejo nacional del partido.

Los críticos, además, están divididos entre ellos. La exconsellera Montserrat Tura votó en blanco y se inclina por dejar el PSC, pero su compañera en el Gobierno tripartito Marina Geli quiere dar un margen de confianza a Iceta, y aún más el alcalde de Lleida, Àngel Ros, el díscolo más cercano a la dirección desde que estallaron las discrepancias por el proceso soberanista y que este lunes aceptó la presidencia del partido que le ofreció Iceta.

Iceta está dispuesto a encabezar una ejecutiva de integración en el PSC pero no una "olla de grillos"

La primera indicación sobre si Iceta conseguirá impedir la marcha de los críticos se conocerá el próximo fin de semana con la formación de la nueva ejecutiva en el congreso extraordinario que se celebrará en L'Hospitalet de Llobregat. El primer secretario ha declarado que está dispuesto a encabezar una ejecutiva de integración, pero no "una olla de grillos".

Para intentar retener a los críticos, pero sobre todo para sacar al PSC de la irrelevancia y resituarlo en el mapa del proceso soberanista, Iceta ha apostado porque el foco se fije en la viabilidad o no de la pregunta de la consulta en lugar de en la propia consulta.

El error de Navarro

En su programa electoral, el PSC defendió una consulta "legal y acordada" con el Gobierno central. Sin embargo, cuando, tras la negociación con Alfredo Pérez Rubalcaba, el PSC aprobó en su consejo nacional que los socialistas catalanes no apoyarían ninguna iniciativa en este terreno que no estuviera antes pactada con el Gobierno de Mariano Rajoy, Pere Navarro no supo explicar un giro que no traicionaba la tesis de fondo.

Esta falta de explicación y de pedagogía fue uno de los mayores errores de Navarro. El PSC seguía apoyando la consulta legal y acordada, pero todo el mundo en Catalunya entendió que había renunciado a ella. Iceta quiere enmendar ese error poniendo el énfasis en la pregunta, con lo que se da por supuesto que el PSC apoya la consulta, pero no la que proponen CiU y ERC.

El nuevo líder del PSC propone cambiar la pregunta de la consulta soberanista por una que promueva un nuevo encaje en España

En una conferencia que pronunció el pasado 7 de julio en el Foro Nueva Economía, Iceta propuso que la pregunta encadenada aprobada por los partidos soberanistas para el 9 de noviembre, que calificó de "chapuza", se cambie por la siguiente: "¿Quiere que el Gobierno de Catalunya negocie con las instituciones del Estado un acuerdo que garantice el reconocimiento de Cataluña como nación, un pacto fiscal solidario y el blindaje de las competencias de la Generalitat en materia de lengua, educación y cultura?".

La iniciativa, que no contiene la opción de la independencia, encaja en lo que se ha venido en denominar tercera vía, desmarca al PSC del frente españolista integrado por PP y Ciutadans, y es similar a lo que proponen los empresarios catalanes encabezados por el presidente de la patronal Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellà.

Una pregunta legal

La nueva pregunta no viola la soberanía nacional española y tendría, según Iceta, un respaldo mayoritario de los catalanes, que deberían ser consultados de nuevo para aprobar o no el resultado de la negociación. Iceta sostiene que el encaje de Catalunya en España no se resolverá sin que los catalanes se expresen en las urnas.

Una consulta, dice el nuevo líder del PSC, es inevitable porque el Estatut del 2006 fue recortado por el Tribunal Constitucional después de que fuera refrendado por los catalanes y esa circunstancia exige un nuevo referéndum para restablecer la normalidad.

Cambiar el foco del debate proponiendo una pregunta distinta es un movimiento inteligente, pero el problema consiste en que, por ahora, ni los soberanistas catalanes ni el PSOE están dispuestos a aceptar la alternativa. El nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, tras unas primeras vacilaciones que quisieron regalar los oídos de los catalanes en una visita a Barcelona, se ha expresado claramente en contra de cualquier consulta, aunque sea legal y acordada.

Sánchez, segundo en Catalunya

Sánchez ha pasado de aceptar la "nación" catalana y el federalismo asimétrico, con una financiación singular, a replegarse a las posiciones tradicionales del PSOE. De los tres candidatos a la secretaría general, Sánchez ha quedado al final como el menos abierto a las reivindicaciones del PSC.

Pedro Sánchez tendrá que confirmar que el PSOE sigue creyendo en la reforma constitucional en sentido federal

Por esta razón en Catalunya ha ganado Eduardo Madina (3.946 votos frente a 3.648 de Sánchez) y José Antonio Pérez Tapias ha obtenido un buen resultado, con 2.168 votos, el mejor de toda España después de Andalucía. Pérez Tapias era el único aspirante a dirigir el PSOE que defendía un referéndum, con carácter consultivo, en Catalunya.

Una de las incógnitas que debe desvelar Pedro Sánchez es si abundará o no en la idea de la España federal auspiciada por Rubalcaba mediante la Declaración de Granada, de la que Iceta fue uno de los impulsores. Sánchez ha defendido la reforma constitucional en sentido federal, pero, como parece ocurrir con alguna otra de sus promesas, habrá que ver si su política territorial resiste el paso de aspirante a dirigente.

Artículo publicado en ZoomNews