El Sónar, el triunfo del cambio y la creatividad

La fórmula del éxito del Sónar, que en la edición de este año cumple 20 años de existencia, la resume Enric Palau, uno de sus directores y fundadores: «La idea de cambio forma parte de nuestra manera de ser». El Sónar no ha muerto de éxito. Al contrario, su pionera idea de ensamblar con creatividad la música y la tecnología ha provocado una renovación anual que hoy adopta el formato del Sónar+D. Un laboratorio, al fin y al cabo, como ha sido el festival estas dos décadas.

Sin duda, a la luz de los resultados, sus fundadores han sido una mezcla de visionarios y buenos gestores con olfato: la marca Barcelona se ha impuesto mundialmente como referencia en el ámbito de la música electrónica. La edición, especial, del 2013 empieza esta noche con la actuación de los Pet Shop Boys, un duo histórico que compartirá cartel con las ofertas más novedosas y

-otro sello de la casa- arriesgadas. De día y de noche, música, cine, debates e ideas se fusionan en una cita anual de primer nivel para unas 100.000 personas, según las estimaciones. El imparable éxito de la convocatoria está en el origen de su mudanza a la Fira de Barcelona, donde se montarán grandes escenarios. Un ejemplo de las necesidades y de las expectativas futuras de los directores del hijo que parieron hace 20 años y que aún no ha dejado de crecer. El Sónar es más que un festival, es un espectáculo con vocación de explorar y de gustar al máximo de personas posible. Y para verlo y oírlo basta con coger el metro.