El viernes pueden llegar más palos

El Gobierno está preparando algo y seguramente no va a ser bueno. QueLuis de Guindoshaya reconocido que el PIB caerá un 1,5 % en el 2013, y no el 0,5% que pronosticó en diciembre, puede tener gato encerrado. Un ministro no reconoce un fallo tan grave así porque sí. Sobre todo si eso implica aceptar que el Presupuesto en vigor no vale, porque las cuentas de ingresos están basadas en esa previsión. Se sabía que era falsa desde el momento en que se formuló, porque la desmentía la que por entonces hicieron los organismos internacionales. ¿A qué viene decirlo ahora?

Ese extraño ejercicio de sinceridad puede ser la antesala y justificación de algunas medidas que el Gobierno podría adoptar en el Consejo de Ministros del viernes. Una, la que más le reclama la UE, podría ser la aceleración del ritmo de elevación de la edad de jubilación a los 67 años. Podría venir acompañada de un endurecimiento del sistema de acceso a la pensión, incluso hasta el punto de que el coste de las percepciones para el Estado se redujera un 20%.

Otra podría ser un aligeramiento de la carga impositiva que soportan los emprendedores, aunque conllevara el riesgo de que terminase siendo un regalo fiscal para los especuladores. Una más, algún cambio en la normativa de la reforma laboral que impida nuevas sentencias anulatorias de despidos como la que acaba de dictar el Tribunal Supremo. Se dice que otras similares están en puertas. Y es queFátima Báñeztenía tanta prisa por aprobar la ley que se le pasaron algunos detalles de bulto.

Lo más probable es que nada de eso altere el rumbo nefasto en el que está nuestra economía. Pero serán argumentos que se esgrimirán para tratar de calmar el enfado de Bruselas, donde, aunque lo preveían, ha sentado muy mal la confirmación de que el déficit público español sigue creciendo y está ya por encima del 10% del PIB.