La clave

De mirones a lectores

ALBERT SÁEZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los teóricos llevan décadas pronosticando la nueva hegemonía de la imagen. Se obsesionaron con el cine y con la televisión hasta convertir el audiovisual en el nuevo paradigma del conocimiento. No había conferencia que se preciase que no acabara pasando un vídeo para agradar al público. Ejercicio absurdo que siempre me llevó a preguntarme: ¿por qué ir a la conferencia si ya me pueden enviar el vídeo? En esa época, los gabinetes de comunicación facturaron miles de millones asesorando a empresarios y políticos para transformar en fotos todo lo que hacían. Uno de los genios de la civilización de la imagen en Catalunya fue el exasesor deMasDavid Madí,que llegó a convertir el verboescenificaren sinónimo de acción política. Un caso de éxito.

Las redes sociales, las tabletas y los teléfonos inteligentes son el escenario de la verdadera transformación: hemos convertido los textos en imágenes que no leemos en papel sino que contemplamos en una pantalla. De manera que no hay conferenciante que se precie que no diserte apoyado en unpower point. En esta moda hay dos tendencias: los que distraen al auditorio con imágenes que poco o nada tienen que ver con su discurso y los que no sueltan palabra que no esté proyectada en la pantalla. En ambos casos, la presencia del público en la sala es totalmente prescindible.

Ver no es entender

Hace casi dos décadas,Ignacio Ramonet, gurú de la prensa progresista, quiso combatir la competencia de la televisión en el ámbito de la información advirtiendo de que ver no siempre es entender. Tan cierto como que ver letras puede ser tan poco formativo como contemplar imágenes. Tomamos demasiadas decisiones y posiciones basándonos solo en los textos que hemos visto. A los poderosos no les interesa que los leamos. Y menos aún les interesa a los demagogos. Pero nuestra libertad está en la lectura, no en la mirada. Hoy es la fiesta de los lectores, no la orgía de los mirones. Es un día para pasear y revolver en las librerías, de papel o digitales, hasta encontrar nuestro preferido. Pero la fiesta no termina con la compra ni con la contemplación. Hay que leerlo.