LA DECADENCIA DE LOS POLÍTICOS

Democracia en crisis

"La democracia necesita urgentemente ocuparse y preocuparse por el buen gobierno y la transparencia, de la responsabilidad e integridad de los gobernantes, de los derechos y los deberes de los ciudadanos"

Concentración en los alrededores del Congreso, el pasado 25 de septiembre.

Concentración en los alrededores del Congreso, el pasado 25 de septiembre. / periodico

CARLES CAMPUZANO

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Lacrisis económica está poniendo en crisis, también, la política democrática enEuropa. Cuando los gobiernos y los parlamentos de los estados parecen tener tan poco en sus manos los destinos de la sociedad y cuando las decisiones fundamentales para los futuro de los países se toman en instituciones que no rinden cuentas ante el público, la democracia se tambalea.

Si, además, las decisiones que se toman son injustas, o son percibidas de esta manera por amplias sectores de la sociedad y las soluciones se pospone a un futuro incierto, cuando las reformas estructurales hayan tenido su impacto, la legitimidad popular del sistema se erosiona lentamente y los representantes elegidos entre el pueblo para que hagan la ley en nombre del pueblo y por el pueblo son percibidos como parte del problema y no como solución.

Se reivindican entonces otras formas de hacer política, emergen nuevos actores políticos y nuevas legitimidades reclaman su espacio. Desde el movimiento del15-Ma laplataforma contra los desahuciospodemos encontrar algunos ejemplos. Con toda la carga positiva de aquellos que plantean las preguntas adecuadas, denuncian las injusticias y los fracasos del sistema económico y político en el que vivimos, pero también con los riesgos que se derivan del simplismo ante problemas complejos y de la demagogia como principal argumento de los oportunistas de todo tipo, que también los hay.

Entonces los mecanismos, siempre delicados, que fundamentan las sociedades abiertas, que no son otros que la legitimidad del pluralismo de intereses y respuestas, el respeto a los procedimientos reglados, laseparación de poderes y el reconocimiento de que las mayorías no pueden imponer sus soluciones y las minorías no impedir el hecho de gobernar, no funcionan.

Pues sí, la democracia tal como se ha formulado y practicado durante las últimas décadas también está riesgo. Y no solo desde el jaque que le hacen los movimientos sociales de última generación. También por otros sectores.

Acabo de leer hace unos días 'Gobernanza inteligente para el siglo XXI: una vía intermedia entre Occidente y Oriente', deNicolas BerggruenyNathan Gardel y el diagnóstico y las propuestas son otras, pero el cuestionamiento del sistema democrático es similar. Votantes hedonistas que esperan de los políticos, solo preocupados por el corto plazo y las elecciones, la satisfacción de sus deseos más inmediatos sin pensar en el largo plazo y las necesidades de las futuras generaciones. Este sería el resumen del mal de la democracia en Europa y en Estados Unidos, según los autores. Ante esta situación, reclaman mirar a China y aprender del Partido Comunista y su estilo de gobernanza, basado en la tradición milenaria china.

Llamadme antiguo, pero entre Singapur y la revolución permanente de los viejos y nuevos 'troskos', sigo creyendo en los ideales y valores que inspiraron lasrevoluciones inglesa(1642-1689),americana (1763-1789) yfrancesa (1789-1799). Una democracia es el gobierno de la gente, para la gente y con la gente, basado en la libertad y la igualdad, que pide algo más que ir a votar cada cuatro años. Y que es demasiado importante para que esté solo en manos de aquellos que nos dedicamos a la política de manera profesional.

Una democracia que necesita urgentemente ocuparse y preocuparse por el buen gobierno y la transparencia, de la responsabilidad e integridad de los gobernantes, de los derechos y los deberes de los ciudadanos, de la rendición de cuentas de los representantes ante los representados; del comportamiento de las élites y sus responsabilidades,... toda una agenda que reclama una acción regeneradora y reformista urgente.

http://www.carlescampuzano.cat